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Piden incentivar la calidad

UNA BUENA CANTIDAD DE ESCUELAS NI SIQUIERA CUENTA CON LAS CERTIFICACIONES PARA SUS PLANES DE ESTUDIO

Irregulares. En casas, bodegas, departamentos y en locales que antes fueron negocios, se instalan escuelas por todo el país.

Irregulares. En casas, bodegas, departamentos y en locales que antes fueron negocios, se instalan escuelas por todo el país.

AGENCIA PAR

"Todo individuo tiene derecho a recibir educación de calidad", señala la Ley General de Educación en su artículo segundo. Pero la ley no contempla incentivos para garantizar la calidad en la educación superior privada. No la obliga ni la promueve.

El secretario general de la Fimpes, Rodrigo Guerra Botello, explica que la Federación no cobra propiamente la certificación, pero sí una membresía anual que asciende hasta los 275 mil pesos, esto en función de la cantidad de alumnos que tenga una institución: "las más grandes, las que tienen 85 mil alumnos pagan 275 mil, las chicas (150 alumnos) pueden pagar 16 mil pesos".

La otra instancia en el país encargada de acreditar la calidad de los programas es el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes), que cobra entre 80 y 180 mil pesos por cada programa a certificar.

Para que más instituciones puedan alcanzar esos costos, Guerra Botello propone una serie de incentivos, entre ellos fondos para investigación, financiamiento para alumnos y deducibilidad de las colegiaturas: "las universidades públicas sí reciben un presupuesto adicional si se certifican".

Aparte de los incentivos, "se deben cumplir con los requerimientos que marca la ley, y prevalece la amenaza de perder el registro si no se cumplen los estándares".

Pero la legislación tendría también que apoyarse en una red más amplia de acreditadoras de instituciones y programas, "nosotros somos la única que acreditamos universidades", añade.

El especialista sugiere que una vez aprobada la creación de una universidad, se establezca un período para que ésta acredite la calidad, "la autorización debe estar condicionada parcialmente a un tiempo, pues los requisitos básicos que pide la ley no garantizan calidad".

Un modelo similar lo implementó Singapore, en el continente asiático, con la creación de una Comisión Nacional de Educación Privada, en la que tienen representación universidades, empresarios y padres de familia para fijar las reglas de coexistencia y control de las instituciones privadas.

Luego de un año de evaluaciones, en ese país, las instituciones que aprueban el proceso de evaluación reciben un permiso de hasta por cinco años, dependiendo del tipo de programa, y si para entonces los resultados son favorables se extiende una licencia por más tiempo.

En Reino Unido, por ejemplo, el Parlamento es la única entidad que puede aprobar una universidad, luego de pasar por una serie de rigurosos filtros.

En Estados Unidos el papel de los colegios de profesionistas es clave, si los alumnos no aprueban un examen al final de la carrera se ven impedidos a ejercer, independientemente de que hayan estudiado en la mejor universidad del país.

Para el coordinador de Educación Superior, Investigación y Posgrado del Gobierno de Jalisco, Gustavo Padilla Montes, el problema es que los particulares no han encontrado los incentivos para promover la calidad, "en la medida en que no haya mayor exigencia por parte de los empleadores y ésta no sea explícita, las instituciones particulares no tienen el incentivo".

Añade: "Un incentivo natural es que los estudiantes puedan tener mayor inserción al mercado laboral y que las propias empresas reconozcan la labor de las universidades privadas, las cuales deben contar con un plan de estudio revisado periódicamente y orientado a las demandas del mercado laboral".

El problema, dice el director técnico de Copaes, es que la evaluación externa implica presentar una serie de elementos y evidencias de que se imparten estudios de calidad, "esto hace que algunas instituciones que no cuentan con procesos educativos que cumplan con los indicadores prefieran optar por no acreditarse".

Las complicaciones que enfrentan son diversas: "infraestructura, instalaciones, procedimientos, academias que revisen los planes de estudio, la gestión académico-administrativa, entre otros".

 SIN INCENTIVOS PARA LA CALIDAD

¿Qué es una universidad?: "Todo establecimiento que ofrezca por lo menos cinco planes de estudios de licenciatura, o posgrado, en tres distintas áreas del conocimiento, una de las cuales deberá ser del área de humanidades", estipula el Acuerdo 279 de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sobre la calidad universitaria no hay mención.

En el país, cualquiera puede tener una. De hecho, es un negocio muy rentable: cada día se incorporan en promedio 156 alumnos universitarios a una escuela privada, lo que resulta en un aumento de 55 por ciento de la matrícula en los últimos ocho años. En total suman un millón 291 mil 337 estudiantes de educación superior.

Los particulares pueden acudir a la SEP, a las secretarías de educación estatales o a las universidades facultadas para tramitar por cada carrera un Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE); o pueden impartir estudios sin el reconocimiento, aunque están obligadas a mencionar en toda su publicidad y documentación su calidad de "no incorporadas", lo que impedirá a los estudiantes la posibilidad de obtener un título y cédula profesional.

El RVOE significa simplemente el cumplimiento de los requisitos mínimos que establece la ley para funcionar en cuanto a profesorado, instalaciones y programas de estudio.

En el país existen mil 400 instituciones y escuelas privadas de educación superior con RVOE federal: 353 en el Distrito Federal; 201 en el Estado de México; 110 en Guanajuato; 104 en Veracruz y 78 en Jalisco, según la SEP.

Pero, ¿qué tan fácil es obtener un RVOE? Los profesores de asignatura deben tener como mínimo un título y cinco años de experiencia docente o laboral; los planes y programas de estudio expresamente deben señalar los objetivos generales, métodos y actividades para alcanzarlos, criterios y procedimientos de evaluación y acreditación de cada asignatura y el perfil del egresado.

En cuanto a las instalaciones, basta con que se encuentren libres de controversias administrativas o judiciales y que se acredite su ocupación legal. Para comprobar lo anterior, la autoridad sólo realiza una visita de inspección, y entonces concede o desestima la validez oficial.

Pero el que un programa académico cumpla con los requisitos que marca la ley no quiere decir que éste tenga calidad.

En muchos casos los egresados obtienen títulos que no son acordes con el nivel de competencias demandando por las empresas e industrias, revela la Encuesta de Competencias Laborales 2014 del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC).

Otro estudio del Centro Nacional de Evaluación Educativa (Ceneval) revela que ocho de cada 10 instituciones superiores privadas que cuenta con RVOE no reúne las condiciones mínimas para que puedan ser consideradas como universidades.

 SE DEBE REFORMAR LA LEGISLACIÓN: FIMPES

Allegados al tema coinciden en la urgencia de actualizar las normas en cuanto a calidad educativa, así como en la necesidad de la vigilancia continua a los registros de validez y a los programas de estudio. La misma Secretaría de Educación Pública se pronunció, en una evaluación de 2012, a favor de una transformación constitucional y administrativa del Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE).

En el mismo tono, Guerra Botello lanza un llamado a reformar la Ley General de Educación: "la ley tiene tres décadas, el RVOE ya va para 15 años, ambos fueron concebidos en un país muy diferente al de hoy, el mundo se mueve en ese tiempo".

Estima la dificultad de la normatividad actual para cubrir todas las necesidades que deben enseñar los entes privados de acuerdo a lo que requiere el mercado laboral. Apenas cuatro por ciento de las instituciones particulares en el país están certificadas por la Federación.

¿Las consecuencias? El joven egresado que estudia un programa con RVOE no tiene una garantía de calidad, el registro simplemente es un certificado de que la universidad tiene maestros, plan de estudios e infraestructura, responde.

En cambio, los egresados de instituciones acreditadas en calidad tendrán mejores oportunidades y garantías de encontrar un trabajo relevante. "Este tipo de universidades interaccionan constantemente con el mundo laboral, ajustan sus planes de estudio, perfiles de maestros y técnicas de enseñanza todo el tiempo".

Además, estima, se tiene un mejor desempeño en las evaluaciones del Ceneval o en la actuación de la vida profesional.

"El secreto está en que las competencias deben reflejar las necesidades del mercado laboral". Finalmente matiza que aunque son pocas las instituciones acreditadas por la Fempis, en éstas estudian hasta 540 mil estudiantes.

¿En dónde consultar si tu carrera cuenta con RVOE?

La institución privada debe mencionar en toda su publicidad y documentación la fecha de expedición y autoridad que otorgó el registro de validez oficial.

En el servidor http://www.sirvoes.sep.gob.mx/ puedes encontrar los RVOES que otorgan las autoridades federales y estatales. Si los estudios están incorporados a otras instancias educativas como las universidades autónomas, puedes acudir directamente a dichas instancias.

La institución debe tener un RVOE por cada licenciatura ofrecida; cuando la escuela particular carece del RVOE no puede otorgar título ni cédula profesional al término de estudios.

¿Qué hacer si el programa de estudios que cursas no obtuvo el RVOE?

Los particulares que imparten estudios sin RVOE tienen la obligación de mencionar en toda su publicidad y documentación su calidad de no incorporados. La principal consecuencia es que los estudios carecen de validez oficial.

Si fuiste engañado, la SEP puede tomar medidas para que resultes lo menos afectado en tu trayectoria académica; sin embargo, si tenías conocimiento desde un principio que los estudios carecían de validez oficial y la institución cumplió con mencionar en su publicidad y documentación su calidad de "estudios no incorporados", no hay nada que la autoridad pueda hacer.

Numeralia educativa

-Hay en total 1'291,337 alumnos en instituciones privadas de educación superior en el país.

-Existen 113 instituciones acreditadas por la Fimpes.

-31,149 alumnos tienen las universidades privadas en Coahuila, mientras las de Durango suman 10,726.

-43 % aumentó el número de universitarios en escuelas privadas de Coahuila, en los últimos 8 años.

-32 % aumentó el número de universitarios en escuelas privadas de Durango, en los últimos 8 años.

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Escrito en: Escuelas patito

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