Cultura

Una historia muy lagunera

El escritor lagunero Vicente Alfonso, resultó ganador del premio Sor Juana Inés de la Cruz

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JESSICA AYALA

Con la novela "Huesos de San Lorenzo", el escritor lagunero Vicente Alfonso resultó ganador del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2014, convocado por el Gobierno del Estado de México, la Secretaría de Educación y el Consejo Editorial de la Administración Pública estatal (CEAPE).

Como premio, el autor recibirá el próximo 17 de abril un estímulo económico de 300 mil pesos en efectivo, además de que su obra será publicada en los próximos meses.

La buena noticia le llega al autor a pocas semanas de recibir junto a su compañera, la también escritora Iliana Olmedo, a su primera hija, por lo que bromea diciendo que su bebé no viene con torta bajo el brazo, sino con un "lonche de adobada" cocinado en La Laguna.

Desde la Ciudad de México, el lagunero compartió su alegría con El Siglo de Torreón en una entrevista exclusiva.

→ ¿Qué puedes contar acerca de la obra ganadora?

Se llama "Huesos de San Lorenzo", y es una historia que realmente empecé a cocinar desde niño, no porque la estuviera escribiendo desde entonces, sino porque en buena medida es un recuento de las experiencias que he tenido como una persona que creció en el Torreón de los años setenta, ochenta, incluso noventa, y fui rescatando mis impresiones de aquellas épocas. Ocurre en precisamente en ese tiempo y en diferentes locaciones todas de Coahuila.

Como trabajo formal de novela llevaba casi cinco años escribiéndola, realmente los dos últimos años estuve muy aplicado en ello, estuvimos tanto Iliana y yo en Estados Unidos con una beca que tuve yo precisamente para escribir, en Winston-Salem, Carolina del Norte, y ahí pues era todo el día estar escribiendo, y de ahí nos fuimos a Buenos Aires por una invitación que recibe Iliana para escribir también una novela y yo aproveché para ir a tomar un taller de crónica, pero también para encerrarme a escribir, entonces estos últimos dos años fueron de mucho trabajo y me da gusto que de algún modo se hayan traducido en esto.

→ ¿Cómo te adentraste en la literatura y cómo te has ido formando?

Como escritor yo creo que me formaron mis papás, el seudónimo con el que participé es Tom Canty, viene de una novela de Mark Twain que leía desde pequeño y que todavía me gusta mucho que se llama 'El príncipe y el mendigo', ese libro me lo regalaron mis papás cuando apenas estaba aprendiendo a leer.

La formación viene de ellos, tanto mi padre como mi madre son lectores muy dedicados. Ahora, mi relación con la literatura formal inicia con el taller de Saúl Rosales, cuando estaba estudiando la universidad allá él fue mi maestro en algunos semestres y de ahí me invitó a su taller, y sí, estuve participando durante varios años y por supuesto le aprendí mucho.

→ Salir para formarse...

De ahí salté para acá para la ciudad de México, a la Fundación para las Letras Mexicanas, donde estuve un par de años becado y ahí escribí mi primera novela "Partitura para mujer muerta" y que obtuvo el Premio Nacional de Novela Policiaca, luego hice un par de libros de cuentos, uno de ellos que obtuvo también el Premio María Luisa Puga. Después me metí en este proyecto de novela que sí me exigió mucho tiempo y fue muy pesado porque fue mucha investigación.

→ ¿Qué tipo de investigación realizaste?

Tuve que investigar muchas cosas, desde procedimientos judiciales y legales que había en los setenta, ochenta, hasta cuestiones como Mark Twain, que juega algún papel en la novela y precisamente por eso vino la invitación de la Wake Forest University, porque fui a investigar un par de personajes que intervienen, unos habitantes de Carolina del Norte del Siglo XIX.

Entonces, desde investigar aquí en el DF, allá en Torreón y en Estados Unidos, tuve que ir a archivos también al lugar donde vivió Twain, a su fundación en Connecticut y pues clavarme, ir juntando datitos. De repente un personaje no acaba de fraguar porque no sabes bien qué tipo de cosas hacía en su vida cotidiana, hay escritores que prefieren inventarlo, yo por mi formación como periodista prefiero investigarlo, porque a veces los personajes son los que marcan su camino y no uno como escritor.

→ ¿Era un proyecto ambicioso desde el principio?

Sí. Ha sido muy curioso porque han sido varios los proyectos que han derivado de esta historia, y esto ha pasado a ser libro de ensayos a libro de cuentos y después se convirtió en novela, se ramificó y aún quedan varias historias por contar.

De repente las historias se abren paso aunque uno las vea un poco como algo que está ahí y que no acaba de fraguar, soy muy exigente para escribir y siempre me parece que se pueden mejorar las cosas, pero también es celebrable cuando le dan a uno un estímulo de esta clase, significa que ya la historia está cocinada o que ya hace sentido para algunos lectores y tendrá que buscar su propio espacio.

→ ¿Cómo guardas cercanía con La Laguna?

Hay una forma de estar en contacto, durante muchos años escribí una columna que se llamaba El Síndrome de Esquilo y que recién ahora, por carga de trabajo, tuve que suspender, pero espero retomarla, y me ayudaba a estar pendiente de mi tierra.

Puedes sacar al tigre de la selva, pero no la selva del tigre. Durante buen tiempo no he estado en Coahuila, pero siempre va dentro de mí, y constantemente estoy viendo el mundo a través de el filtro que me dio vivir en el desierto, el ser un lagunero, y no hay forma de cambiar eso, afortunadamente.

→ ¿Después de la novela, qué le sigue al proyecto?

Me quedaron historias, no precisamente cabos sueltos sino ramas que se pueden contar, y bueno pues vienen también un montón de experiencias que hemos tenido precisamente con estas becas y los viajes, y también mi inminente paternidad, que me está cambiando mucho mi forma de ver el mundo y que sin duda se va a reflejar en lo que venga. He tomado muchas notas, me ha dado por leer libros que no había leído desde la perspectiva del que va a ser papá y vuelvo a ellos y me doy cuenta de que uno está toda la vida releyendo no nada más los libros sino el mundo, reconfigurando su visión.

Me interesa mucho el asunto de la dualidad, como tengo un hermano gemelo, que también escribe y es músico, nací con ese contraste de tener a alguien que es igual, pero es muy distinto, es un juego de constante contraste y esos son los temas que apasionaban por ejemplo también a Mark Twain.

Sus obras

El lagunero Vicente Alfonso es además autor de:

⇒ Partitura para mujer muerta.

⇒ Naufragio en tierra adentro.

⇒ El síndrome de Down.

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Escrito en: Vicente Alfonso premio Sor Juana

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