Siempre sí se calienta

El mundo se sigue calentando. El 2014 fue el año más caliente registrado desde que empezaron las mediciones sistemáticas en 1880. La temperatura del planeta en 2014 fue 0.68 grados superior al promedio histórico. No parece mucho, pero históricamente es importante. Catorce de los 15 años más calientes desde 1880 se registraron en el siglo XXI; el otro fue en 1997, según la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos.

Desde el inicio del siglo XXI, sin embargo, la temperatura del planeta se ha elevado solamente 0.06 grados Celsius, bastante menos de lo previsto en los 114 modelos de los informes del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de las Naciones Unidas. La estabilización de la temperatura ha llevado a muchos escépticos a afirmar que el calentamiento global es una patraña. Entre los escépticos más vociferantes están los políticos republicanos de los Estados Unidos.

Sin embargo, un estudio del Max-Planck-Gesellschaft de Alemania ha mostrado que, si bien se ha registrado una aparente pausa en el calentamiento global desde 1997, los modelos matemáticos que preveían un mayor calentamiento global no están equivocados. La brecha entre el calentamiento previsto y el registrado no es producto de errores de medición, como argumentan muchos escépticos. A pesar de la aparente estabilidad, la tendencia de largo plazo sigue mostrando una tendencia al alza. Esto se confirma con el registro de temperatura de 2014.

Jochem Marotzke, director del Instituto Max Planck de Meteorología de Hamburgo, Alemania, y Piers M. Forster de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, han comprobado que los modelos del calentamiento global se sostienen a pesar de la relativa estabilidad de los últimos años (según el portal ScienceDaily.com, consultado en febrero de este año). Parte del aparente estancamiento es producto de la alta temperatura que se alcanzó en 1997. Otra parte surge de la variabilidad estadística normal del clima. Una razón adicional es que cuando menos una parte del calentamiento está siendo absorbida por los océanos, los cuales han seguido registrando un aumento de temperatura.

Tanto las mediciones del 2014 como los hallazgos de los profesores Martozke y Foster comprueban que persiste el calentamiento del planeta. No hay gran duda, por otra parte, que la tendencia es producto de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera por la actividad humana.

Esta ratificación, sin embargo, no debe hacernos olvidar las advertencias de Bjorn Lomborg, fundador del Copenhagen Consensus Center. Sí, la Tierra se está calentando; sí, el calentamiento es producto de la actividad humana; pero muchas de las soluciones que proponen los gobiernos y los fundamentalistas son imprácticas o simplemente tendrían un costo mayor para la humanidad, especialmente para los más pobres, que el calentamiento global.

Es importante encontrar soluciones sensatas que no castiguen la economía. La innovación tecnológica, argumenta Lomborg, es mucho más eficaz que las restricciones al uso de combustibles. El objetivo de una política energética global debe ser mejorar el nivel de vida de la humanidad y especialmente el de los más pobres. El calentamiento global es un problema serio, pero las afirmaciones de que destruirá a la humanidad son falsas. Mayor daño haría sumir a los pobres en una mayor pobreza.

Twitter: @SergioSarmiento