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Instrumenta Oaxaca

Para pintar de música la realidad

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Instrumenta Oaxaca es una iniciativa que desarrolla distintos programas de educación musical de excelencia, para impulsar el perfeccionamiento, identificar y promover talentos, crear nuevos públicos y fomentar la cultura musical, sin dejar de lado los rubros de creación, investigación y preservación de la música. Sus actividades académicas y artísticas tienen como sede y punto de partida la ciudad de Oaxaca y convocan al medio musical del país y distintas partes del mundo.

"El arte es la única salvación de México", dijo José Vasconcelos, uno de los tantos hijos ilustres de Oaxaca, tierra de color, arte y mezcal, sin saber que años más tarde la violencia, los maestros de la CNTE y un sinnúmero de problemas sociales, serían precisamente uno de los detonantes para que iniciativa privada, artistas y promotores culturales, siguiendo su máxima, apostaran por la transformación de su entorno, precisamente a través del arte y la cultura.

Cada año, la ciudad de Oaxaca se vuelve el epicentro de un sinfín de profesionales y amantes de la música, estudiantes y jóvenes de diferentes partes del país, quienes durante más de dos semanas, llenan las calles de la mágica ciudad de acordes, notas y pentagramas que se dibujan alrededor de los espacios culturales más emblemáticos de la ciudad.

Instrumenta, un programa coordinado y fundado gracias a la iniciativa del maestro Ignacio Toscano, tiene su arraigo en una entidad que se destaca por su gran tradición musical y por la vocación innata de su población hacia la música. En Oaxaca, tocar un instrumento desde la infancia y pertenecer a una banda, es parte de la convivencia familiar y social. Por ello, nada más natural que sea la sede anual de este programa orientado a la excelencia musical, al impulso del talento y a la generación de nuevos públicos para la música.

Con los apoyos del Gobierno del Estado de Oaxaca, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a lo largo de 17 días se desarrolla un conjunto de actividades bajo el tema “Espacios y universos musicales”. Al tiempo que los alumnos ofrecen conciertos gratuitos en diversos espacios de la ciudad, el público disfruta también de programas dedicados a la música latinoamericana e iberoamericana, en escenarios emblemáticos como el Teatro Macedonio Alcalá, la Capilla del Centro Cultural San Pablo, Claustro y Atrio de Santo Domingo, Museo Belber, Centro de las Artes de San Agustín Etla, y Patio del Palacio Municipal, pero también en las calles del Centro Histórico de la ciudad y en mercados, una gran fiesta integral.

PINTAR DE MÚSICA LA CIUDAD

El desfile de jóvenes cargando instrumentos, ensayando sobre una banqueta o leyendo partituras en los jardines del Centro Cultural San Pablo, es una composición visual plástica por antonomasia. Marcela, una joven oaxaqueña de 18 años de edad, quien hizo parte de los 400 estudiantes del ejército que desfilaron el año pasado en la edición número once del programa, dice ver la música como la única forma de comunicación que tiene con el mundo.

Y es que si alguien dijo que en Oaxaca, los niños no venían con una torta bajo el brazo, sino con un instrumento, Marcela lo confirma; tiene seis hermanos y todos tocan algún instrumento, dos hacen parte de una banda municipal, otro es integrante de un ensamble de cuerdas, y ella, la menor, sabe que marcará la diferencia porque tiene la oportunidad de formar parte de Instrumenta, experiencia que seguramente marcará su vocación y a futuro le dibujará un pentagrama que después de esta obertura, culminará en su búsqueda de un conservatorio para estudiar lo único que le interesa, la música.

Para los alumnos que vienen de fuera visitar Oaxaca es parte de la plusvalía que ofrece el programa. El color de las calles, los desfiles étnicos, el sabor del chocolate en el mercado Juárez, los museos, el Teatro Macedonio Alcalá y haber saludado de mano al maestro Francisco Toledo, valieron el viaje, como dice Diego, procedente de Toluca.

El programa académico comprende cursos de perfeccionamiento musical para 14 instrumentos (maderas, metales, guitarra, cuarteto de cuerdas y contrabajo) que el año pasado atendieron a 400 músicos, cien de ellos oaxaqueños, procedentes de instituciones de educación musical del estado y del país, a quienes se ofrece beca del cien por ciento; los restantes llegaron de 24 entidades de país y algunos del extranjero.

En su última edición, el pasado mes de noviembre, se llevaron a cabo 34 conciertos de música clásica, contemporánea y experimental, donde se fusiona el talento de los alumnos con la experiencia de sus maestros, participaron además prestigiados músicos y ensambles de cámara internacionales y mexicanos como el cuarteto inglés Brodsky, el ensamble de 12 metales Belgian Brass, el Cuarteto Q-Arte de Colombia, el virtuoso alemán Thomas Müller-Pering y una larga lista de reconocidos intérpretes.

“En 2013 cumplimos diez años de liderazgo en el perfeccionamiento musical para los instrumentistas y atrilistas de las principales orquestas de México, lo que nos comprometía a ir por más, con una amplia oferta de novedades en el programa de Instrumenta Oaxaca 2014”, afirma Tomás Barreiro Guijosa, nuevo coordinador artístico de este programa creado hace 11 años por Ignacio Toscano.

Instrumenta Oaxaca 2014 incluyó la presencia de la guitarra como protagonista en el espacio de la gran música, se convocaron a ensambles de música de cámara con guitarra, con el fin de hacer presente el repertorio escrito por compositores como Henze, Takemitsu, Webern, Piazzolla, Villa-Lobos, Boccherini, Haydn, Castelnuovo-Tedesco, Radamés Gnattalli, Manuel de Falla, Sergio Assad, Roberto Sierra, Gismonti, Herbert Vázquez y Juan Trigos, entre otros.

SIEMPRE INNOVANDO

Otra novedad de la pasada edición fueron los cuatro conciertos con los órganos históricos de tres importantes exconventos oaxaqueños: Tlacolula, Tlacochahuaya y Yanhuitlán, recientemente restaurados bajo la supervisión de una institución hermana de Instrumenta, el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO). Donde participaron la fagotista española Dafne Vicente-Sandoval y el organista y compositor austriaco Klaus Lang; y el Brodsky Quartet, además de la intervención del organista oaxaqueño Joel Vásquez.

UNA APUESTA POR LO CONTEMPORÁNEO

A través de un novedoso curso de composición, impartido por el maestro Javier Álvarez, una docena alumnos de las principales escuelas de música del país, como el Conservatorio Nacional de Música, las escuelas Superior de Música y Nacional de Música, vivieron la oportunidad de trabajar una obra de su autoría para cuarteto de cuerdas.

Como un taller artesanal, donde paciencia y oído se enfrentaban en una especie de tablero de ajedrez, los participantes exhibían su obra, mientras que el compositor mexicano de gran aliento, experiencia y trayectoria, marcaba recomendaciones frente al grupo. “La posibilidad de que un maestro revise una obra, mientras un cuarteto de cuerdas (el Q-Art de Colombia) va interpretando y corrigiendo en tiempo real, es algo que no se vive sino una vez en la vida”, dice uno de los afortunados que asistió al taller.

Afortunado porque además de haber trabajado durante dos semanas de la mano de un importante maestro, con un cuarteto internacional, recreando el color, sonido y factura de la pieza, las doce obras fueron estrenadas en un concierto organizado ex profeso para ello y también grabadas por el programa Instrumenta.

Como una respuesta a las necesidades que musicalmente acarrea la contemporaneidad tecnológica que vivimos, el programa de formación musical también abrió un nuevo espacio para los músicos. Invitando al guitarrista Pablo Garibay, quien impartió el Taller de Microfonía a instrumentistas, capacitándolos en el uso de las nuevas tecnologías. “Es un taller que ha tenido mucho éxito, porque le permite a quien lo toma hacer sus propias grabaciones en audio y video, y así difundirlas por la Internet”, comento el también músico mexicano.

UN EJEMPLO A SEGUIR

Si algo es difícil durante las tres semanas que dura Instrumenta, es ver un espacio cultural de Oaxaca sin música. Uno de los aciertos del programa ha sido la capacidad de llevar a un mismo espacio, abierto o cerrado, a turistas de diferentes partes del mundo, pero también a los habitantes del estado, quienes se han ido apropiando de la programación como un símbolo de identidad.

Tan cotidiano es ver que un grupo de turistas salen de un concierto con expresiones de asombro, según la mayoría porque no se explican cómo un concierto de tanta calidad, en un espacio tan agradable pueda ser gratuito, como ver que las dos señoras que venden dulces en canastos a la entrada del Teatro Macedonio Alcalá, guarden su cesto en la tercera llamada y pasen a ocupar un lugar del teatro, logrando hacer que la música genere un entorno social de convivencia.

Instrumenta Oaxaca no se puede concebir sin la participación de la iniciativa privada y el apoyo económico de la fundación Harp Helú, pero tampoco sin la disposición que cada año ofrecen museos, centro culturales y espacios educativos de la ciudad, como tampoco sería posible si la comunidad no supiera que el programa es suyo, que llena de sonido la ciudad, que durante tres semanas puede transformar cualquier realidad, por adversa que esta parezca.

EL GRAN ORQUESTADOR

Cada año, el maestro Ignacio Toscano mueve su batuta para poner en movimiento a maestros, estudiantes y un equipo administrativo que disfruta, al igual que los jóvenes, todo lo que hacen. Programa conciertos, clases magistrales, talleres, conferencias, intervenciones musicales. Tiene muy claros sus objetivos, se le ve igual cenando con los integrantes de un cuarteto internacional, que compartiendo opiniones con los adolescentes de un taller.

Dice que uno de los retos de un programa como el que dirige, es que cada año tiene que innovar, presentar cosas diferentes, responder a las necesidades de un momento. Por ejemplo, para este 2015 anunció la creación del Centro Digital Eduardo Mata, que permitirá profundizar y fortalecer el trabajo que Instrumenta realiza desde hace más de una década, y explicó que con un centro digital la escuela va a los alumnos, ofrece un espacio para los interesados y vinculados de manera profesional con la música, que buscará principalmente ayudar, vincular, y conectar.

Nacho Toscano, como se le conoce en el quehacer cultural de México, ha sido subdirector de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes, director de Danza de esta misma institución y gerente del Palacio de Bellas Artes, además de subdirector y director general del propio INBA. Pero también en su experiencia destaca la coordinación del programa Año 2000: del Siglo XX al Tercer Milenio, de Conaculta; su mano ha dado un toque particular a festivales en varios estados del país, programas de formación artística y una enorme lista de retos superados.

“El trabajo ha dado resultados importantes, cada año los estudiantes de música del país, buscan hacer parte de Instrumenta, pero también los músicos de diferentes partes del mundo saben de la existencia del programa, su seriedad, profesionalismo y manifiestan su interés por hacer parte del mismo, pero creo que lo más importante que tenemos, es que nos hemos convertido en un semillero de talentos, y esa es una de las virtudes más importantes”.

Ver público haciendo fila para ingresar a un concierto es algo que emociona tanto a Toscano, como el hecho de que un maestro de la talla del cornista Rik Vercruysse, le diga sorprendido que acaba de encontrar un niño oaxaqueño que toca como pocas veces en la vida ha visto. “Además de crear espacios de formación académica, buscamos posicionar a Oaxaca como una ciudad de perfeccionamiento musical en México”.

LOS MAESTROS OPINAN

Cinco de los músicos que impartieron clases magistrales de perfeccionamiento en la edición número once de Instrumenta a jóvenes procedentes de 24 ciudades del país, reflexionaron sobre lo que ellos consideran una de las mejores experiencias académicas que han tenido en su vida. Voces que además celebraron el “indudable talento que existe”, y el hecho de que Instrumenta Oaxaca “un programa importante para la vida de los jóvenes músicos”, lleve once años de existencia.

“Ha sido una fantástica experiencia, llena de sorpresas agradables. La reputación de Instrumenta es grande en Sudamérica; tenía conocimiento de su alta calidad y nivel, pero vivirlo en primera persona es otra cosa. Están haciendo algo trascendente e importante y lo están haciendo con calidad, entrega y profesionalismo”, expresó el clarinetista colombiano Javier Asdrúbal Vinasco, quien tuvo a 30 alumnos clarinetistas, muchos de ellos originarios de Oaxaca.

El colombiano resaltó que en música no sólo se aprende a interpretar un instrumento, también se aprenden valores humanos que son fundamentales para la convivencia, como por ejemplo, el respeto a los demás, la tolerancia, aprender a trabajar en equipo, hacerse oír y oír a los demás con respeto.

A partir de la experiencia propia en su país, Vinasco dijo que la música es fundamental en los procesos de mejoramiento de las sociedades. “En Colombia, muchas de las cosas que están aquí sucediendo ya las tuvimos hace un par de décadas. Sé por lo que están pasando, también lo sufrimos y les puedo decir que la violencia no puede ser duradera. Sé que un país fuerte como México se va a sobreponer a todas las dificultades. Y la música puede convertirse en un factor muy importante de cambio social, porque contribuye a la convivencia del país y eso se traduce en paz”.

Idea que compartió la maestra Edith Ruiz, pianista y pedagoga mexicana, parte de Instrumenta desde hace nueve años. “Estoy convencida que a través de la música podemos lograr cambios significativos en los niños, los jóvenes y los adultos. Cuando los valores musicales se inculcan desde pequeños, se puede educar a las personas para que tengan otra cultura, diferente a la violencia, la corrupción, se puede trazar un camino recto a una mejor sociedad, donde el placer por lo bello, por lo estético haga parte de todo acto cotidiano”.

Nigel Shore, maestro inglés de oboe, no dudó un solo momento en visitar México, más allá de los titulares de la prensa internacional que alertan sobre los altos índices de violencia en México, el músico ha tenido la sana costumbre de leer sobre la producción artística del país que visitará, un ejercicio que le ha permitido dar clase en varios lugares del mundo, más famosos por su conflicto bélico, que por cualquier otro tema.

“En poco tiempo he notado un gran cambio en los jóvenes, que viene de algo esencial que ofrece Instrumenta: la oportunidad de que ellos aprendan algo de nuestra experiencia, de lo que ha sido nuestro viaje musical, porque venimos de diferentes países y hemos tocado en diferentes contextos socioculturales, algo que al igual que la técnica, es fundamental para un estudiante”.

“Observar a jóvenes de distintas regiones y diferentes niveles sociales tocando una misma obra, como en orquestas donde los músicos tienen diferentes idiomas y se comunican con notas, no con la palabra, es una lección técnica, pero también de convivencia”, observó Nigel Shore, quien disfrutó del programa, pero también de una ciudad llena de magia, donde dijo correr peligro, pero de quedarse y no querer regresar a su casa.

“Que México está pasando por un momento difícil no ha pasado desapercibido para nadie. Que un día se hayan cancelado todas las clases del programa por manifestaciones de los maestros es algo fuerte, ¿no? Por eso es importante darle a conocer a los estudiantes o a los músicos, que lo que estamos viviendo es un lujo, por así decirlo: reunirnos en un salón para hablar de sonido, de cómo interpretar una obra, cómo frasear y cómo tocar”, refirió el fagotista costarricense Marcelo Padilla.

“Es importante recordar día a día, que cada vez que uno puede agarrar un instrumento y piensa en hacer música, es un lujo que no tiene comparación, y que es mejor que escuchar el sonido de un rifle”. El Primer fagot de la Orquesta de la Radio de Viena, Austria, compartió con emoción el interés que percibe en los jóvenes por aprender y aplicar el conocimiento que reciben.

“Contar con una escuela de música, una de danza, de teatro y de cualquier disciplina artística, es contar con espacios que combaten de manera frontal la delincuencia, la droga y la violencia, es decirle a los jóvenes que la vida tiene un significado, que puede ser algo tan sencillo como tener que dedicar una tarde a ensayar con los compañeros”.

“El talento sin trabajo organizado se pierde”, subraya el flautista venezolano Efraín Oscher, egresado de las filas del programa con el que su paisano, José Antonio Abreu, le enseñó al mundo el poder social de la música, “el talento es sólo el diez por ciento de lo que te hace buen músico, un buen artista; pero la organización de las ideas y de las propuestas, el trabajo intelectual y mecánico hacen el noventa restante”.

Oscher, quien como músico creció en el Sistema de Coros y Orquestas de Venezuela, un proyecto en el cual “la música se usa para que los jóvenes y niños de cualquier estrato social enfoquen sus vidas y aprendan a compartir y a tener un comportamiento social positivo ”, dijo estar convencido de que la música jugará un papel definitivo en la trasformación social de México.

LA CONVOCATORIA ANUAL

Cada año este programa ofrece cursos abiertos para grupos de cámara e intérpretes solistas de instrumentos como flauta, oboe, clarinete, fagot, corno francés, trompeta, trombón, trombón bajo, tuba, contrabajo y ahora de guitarra. Son dirigidos a músicos o estudiantes de música de 18 a 32 años de edad. Las bases se pueden consultar a partir de mitad de año en la página electrónica www.instrumenta.mx.

Tras haber incluido como instrumento la guitarra, este 2015 se espera un incremento en la participación de estudiantes de diferentes estados del norte de la república, donde este instrumento cuenta con una importante tradición.

El procedimiento es sencillo, los interesados deberán llenar una ficha de inscripción en www.instrumenta.mx, anexar un curriculum vitae, presentar una carta de recomendación de su maestro o de un maestro de reconocido prestigio, al igual que una fotografía reciente en cualquier formato y la grabación en video, o bien enviar el enlace a Youtube o cualquier otra aplicación o archivo.

CRECIENDO A GRANDES PASOS

El reto inicial en la décimo primera edición era atender 250 músicos de distintas ciudades del país, pero la cifra se incrementó sustancialmente desde los primeros días, por lo que Instrumenta Oaxaca 2014, atendió a 400 jóvenes, quienes celebraron haber participado en los cursos de perfeccionamiento musical impartidos por maestros de 12 nacionalidades.

“Es una situación inédita, nunca antes habían sido tantos alumnos. Además de los inscritos previamente, llegaron 150 jóvenes, en su mayoría oaxaqueños, solicitando un lugar como oyentes, de tal forma que fueron atendidos un total de 400 alumnos entre activos y oyentes, lo que nos llena de satisfacción”, declaró Francisco Baca, coordinador ejecutivo del programa académico y artístico que tiene su arraigo en Oaxaca de Juárez.

El concierto de clausura sirvió de marco para la entrega del Reconocimiento a la Trayectoria Instrumenta Oaxaca 2014, en el ámbito local, a Mauro Delgado Jiménez, por su importante labor para lograr la existencia y continuidad, a lo largo de 37 años, del Centro de Capacitación y Desarrollo de la Cultura Mixe de Santa María Tlahuitoltepec; por ser el impulsor de bandas filarmónicas que han permitido fortalecer la música tradicional de los pueblos indígenas, y por dedicar su vida a la promoción y rescate de la cultura, los valores y tradiciones de la Sierra Norte de Oaxaca.

Foto: Eva Lépiz
Foto: Eva Lépiz
Inauguración, Teatro Macedonio Alcalá, 2014 (Foto: Eva Lépiz)
Inauguración, Teatro Macedonio Alcalá, 2014 (Foto: Eva Lépiz)
Órganos Oaxaqueños, Klaus Lang y Dafne Vicente-Sandoval, Templo de San Jerónimo Tlacochahuaya, 2014. (Foto: Eva Lépiz)
Órganos Oaxaqueños, Klaus Lang y Dafne Vicente-Sandoval, Templo de San Jerónimo Tlacochahuaya, 2014. (Foto: Eva Lépiz)
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