El triunfo electoral deL Partido Popular Indio, BJP, que llevó a Narendra Modi al poder el verano pasado contó con el respaldo de una creciente clase media, más del 35 % de la población de 1.2 mil millones y el gran voto rural decepcionado del Partido del Congreso que no pudo imprimir dinamismo a la producción nacional.
Con aplastante mayoría en ambas cámaras del Parlamento, Modi recibió una carta blanca para emprender una renovación política, limpiadora de corrupciones acumuladas, y para implementar una larga lista de medidas diseñadas para inyectar eficiencia y competitividad en la agricultura que ocupa la mayor parte de la población, y a la industria, eficiente en algunos sectores, pero demasiado sujeta a pesadas reglamentaciones federales, estatales y locales.
Lo que los empresarios pidieron al nuevo gobierno fue la reducción de reglamentaciones que atrasan la instalación de empresas, simplificación fiscal, eliminación de los impuestos "irritantes", estabilidad en las políticas que se anuncien, ajuste de subsidios dispendiosos y una acción más ejecutiva del gobierno. Como en México, la educación requiere ser más extendida y equitativa. Urge la reforma del sistema judicial que desde hace años se encuentra gravemente sobrecargado.
Sin perder tiempo, Modi ha arrancado su gestión viajando por todo el país instrumentando programas de infraestructura, estimulando a productores locales de todo nivel y combatiendo casos de corrupción.
Además de consolidar internamente su mandato, el Primer Ministro ha realizado viajes a diversos países difundiendo que la India ha abierto un nuevo capítulo de sus relaciones con todos los países y anunciando que está lista para articularse como un socio positivo no sólo en el comercio internacional sino en la lucha por mejores condiciones de vida para todos.
Las visitas oficiales, comenzando por sus importantes vecinos China y Paquistán, expresando la firmeza en sus propósitos de arreglar espinosos problemas fronterizos pendientes desde hace años y malos entendidos tejiendo así renovadas alianzas estratégicas.
India no debe encontrarse sola en la realización de sus ambiciosos programas para ocupar el lugar que le corresponde por su dimensión y su vecindad con China y los países del pujante sureste asiático y las estratégicas áreas de Asia central que ya despiertan a gran potencial. Ello explica su empeño en congraciarse con países de la región y con la asociación de países del sudeste asiático.
Modi ha ido luego a Estados Unidos, países europeos y latinoamericanos donde ha fortalecido posiciones ya conocidas desde anteriores gobiernos. La prioridad de aliviar la pobreza masiva en que aún viven las mayorías indias no admite diluirla adoptando políticas liberales con aperturas indiscriminadas a importaciones que puede dejar sin trabajo a los agricultores y trabajadores. Así lo ha manifestado el Ministro de Comercio en las sesiones de la OMC en Ginebra o en las reuniones con empresarios en Davos.
El futuro a corto plazo se anuncia con un crecimiento mucho más moderado que el de 10 % anual que Modi logró como Gobernador de Gujarat. Habrá que dar tiempo a mientras se instrumentan las reformas. El país crecerá este año a 6.4 % o 7 % en 2015.
Es estos días los ojos en India y el exterior están centrados en el tenor del Presupuesto para 2015-16 que el Ministro de Finanzas, Arun Jaitley, presentará esta semana. Se entiende que el documento será la entrada en acción de las promesas de campaña de Modi marcando un inicio más formal de su gobierno.
Arun Jaitley, es político de larga carrera y seguramente buscará evitar que la flamante administración de Modi se descarrile por sólo cumplir retóricas de campaña. Las políticas económicas y sociales de la India buscarán el difícil equilibrio entre lo que el país necesita con urgencia y lo que su intricada estructura permita.
El futuro de la India no empieza ahora. Hace años su revolución verde agrícola, a la que la semilla mejorada mexicana contribuyó como factor definitivo, le confirmó su independencia política. Ahora sus sorprendentes avances cosechados en la industria informática mundial colocan al país en primera línea en muchas otras áreas. Su vasto mercado interno de más de 400 millones de clase media ya atrae un creciente número de inversiones que incluyen firmas mexicanas industriales, de alimentos y de servicios.
En cualquier de nuestros estudios de prospectiva, la India siempre figurará como un activo socio potencial en las múltiples áreas de la globalización.
