La Terapia de Reemplazo Hormonal es utilizada para aliviar los síntomas de la menopausia.
La Terapia de Reemplazo Hormonal, que se administra durante la menopausia, eleva el riesgo de tener cáncer de ovario, un padecimiento cuya mortalidad es elevada porque es difícil diagnosticar, advierten científicos británicos.
Los tratamientos hormonales representan un alto riesgo para las pacientes, sin importar que los ingieran por un corto periodo de tiempo, “los resultados son contundentes”, sostienen investigadores de la Universidad de Oxford.
Los especialistas analizaron el vínculo entre la terapia hormonal y el cáncer ovárico y encontraron un caso por cada mil mujeres que a partir de los 50 años tomó el tratamiento durante un lustro.
“Aunque se diga que no hay riesgo en terapias hormonales de corta duración, simplemente no es verdad”, afirma Richard Peto, investigador principal del estudio, publicado este viernes en la revista especializada The Lancet.
La Terapia de Reemplazo Hormonal es utilizada para aliviar los síntomas de la menopausia, que pueden ser tan severos que interfieren con las actividades de la vida diaria de las mujeres, y se ha comprobado que su uso prolongado dispara el riesgo de cáncer de mama.
Sin embargo, su impacto en el cáncer de ovario ha sido objeto de debate hasta ahora, sobre todo en lo referente a la duración del tratamiento.
Los científicos de Oxford examinaron los datos de 52 estudios separados, incluidas 21 mil 500 mujeres con cáncer ovárico, y corroboraron que hay un vínculo fuerte.
El profesor Peto afirma que sobre un millón de mujeres reciben terapia hormonal y de ellas mil desarrollarán cáncer de ovario y estima que habría una muerte por cada mil 700 pacientes.
Los riesgos serían reducidos para aquellas mujeres que tomen el tratamiento por un periodo de tiempo más corto, sin embargo “el riesgo allí estará presente”, añade.
El cáncer de ovario a menudo es difícil de diagnosticar ya que los síntomas son similares al síndrome del intestino irritable y otras condiciones, pero los principales síntomas son aumento del tamaño abdominal y distensión abdominal persistente.
Además se presenta dificultad para comer, la paciente se siente llena rápidamente y siente náuseas.
