A casi setenta años de su lanzamiento, los Tupper siguen siendo utilizados en numerosos hogares. (ARCHIVO)
Mantener los alimentos en buen estado es una necesidad que surgió hace varios siglos y que fue posible gracias a productos como el Tupper que llegó accidentalmente pero lo hizo para quedarse.
De acuerdo con el portal FayerWayer, fue el comerciante e inventor estadounidense Earl Silas Tupper, quien dio con este producto.
Tupper trabajaba "como empleado de la compañía química DuPont a comienzos de los años '30 y experimentaba con polímeros sintéticos, (el ingeniero Wallace Carothers había descubierto en 1928 el poliéster, la poliamida y el neopreno trabajando para DuPont) cuando descubrió un método para purificar los desechos del proceso de refinación de petróleo y convertirlos en un material durable, flexible y sin ninguna propiedad tóxica".
El descubrimiento de este polipropileno sintético, señala la fuente mencionada, le permitió "primero comenzar a fabricar piezas plásticas para las máscaras de gas utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial, para luego de terminado el conflicto mundial dedicarse a fabricar los primeros recipientes plásticos para conservar alimentos. Esta segunda utilización de su invento se le vino a la cabeza luego de darse cuenta que la American Way of Life de posguerra generó una avalancha de electrodomésticos hogareños, entre los que se destacaba el refrigerador eléctrico y de gas".
Como "Tazón Maravilla", patentó Earl Tupper a su invento durante su lanzamiento en 1946 y este llamó de inmediato la atención de los consumidores de inmediato gracias a su "mágico cierre hermético, que además permitía expulsar el aire (y) era la solución a incontables problemas para conservar frescos y limpios tanto alimentos como otro tipo de productos no comestibles".