Toleran. Con frío y lluvia, derechohabientes del IMSS esperaron por horas para surtir sus recetas.
Adultos mayores, personas con hipertensión, diabetes y otras enfermedades, esperaron ayer bajo la lluvia la apertura de la farmacia de la Clínica número 16 del Seguro Social, que sólo abrió dos horas por inventario.
Los derechohabientes comenzaron a llegar antes de las 8 de la mañana y fueron recibidos con un letrero en la entrada que decía "Por inventario la farmacia abrirá el sábado únicamente de 12 a 2 de la tarde", sin embargo, no tuvieron más remedio que aguantar el frío y las inclemencias del tiempo, debido a que la receta tiene vigencia de 72 horas.
No obstante, denunciaron que durante la semana la farmacia cerró sus puertas anticipadamente -entre 6 y 7 de la tarde-, cuando el horario establecido es a las 8 de la noche, razón por la que muchos de los asistentes no tuvieron más opción que acudir ayer sábado.
"Cierran antes de las 8 y no les importa que la gente esté formada hasta la entrada del Hospital, hasta donde esté, no les interesa que la gente esté enferma, que necesite el medicamento no les importa la gente, así de simple", dijo Iván Sandoval, derechohabiente.
"Es un trato inhumano, sabemos que el Seguro Social no está funcionando como debe, que tiene muchas carencias, desgraciadamente algo que es gratis es -el trato humano- tampoco lo dan y se está viendo aquí, porque nos tienen afuera, aunque estemos enfermos", dijo Luis Saucedo.
Otro problema es la falta de medicamento. "Tengo tres semanas acudiendo a surtir el termisartan, es un medicamento controlado que me cuesta mil pesos y no hay. Estuve desde las 8 de la mañana aguantando el frío, la lluvia, yo creo con esto me voy a resfriar y todo para nada", dijo Beatriz González.
A las 10 de la mañana, cuando arreció la lluvia, uno de los derechohabientes acudió a hablar con el encargado Francisco Dorantes, quien le indicó que pasaran a las afueras del área de urgencias y se anotaran en una lista para resguardarse del agua. Sin embargo, no todos se trasladaron por temor a perder su lugar.
Para las 11:00 la fila comenzó nuevamente a formarse con lluvia o sin ella y a las 12:15 abrieron las puertas de la farmacia. Ingresaron entre empujones y ya en el interior el personal no lograba poner orden.
"Respeta la lista", decían entre reclamos. Fue una de las derechohabientes la que tomó la lista y empezó a nombrar a las personas.
El Siglo de Torreón buscó a Francisco Dorantes, para hablar sobre los cierres de la farmacia, quien dijo que él era encargado médico que hablara con el administrador Jorge Alberto Trujillo, quien tampoco quiso dar información al respecto.
