El estadounidense tuvo la peor jornada en 20 años de carrera. (AP)
Martin Laird firmó una nueva ronda de 66 golpes, cinco bajo par, y sacó una ventaja de dos golpes como líder del Abierto de Phoenix, que no contará el fin de semana con Tiger Woods y Phil Mickelson.
La gran sorpresa fue el resultado de Woods, y no por no haber podido superar el corte. Woods se fue con un bogey en el último hoyo para terminar con un 82, su peor anotación en dos décadas como profesional del golf, en 322 torneos en su carrera.
Con un total de 155 golpes, Woods figuraba hundido en el último lugar de la clasificación.
A Mickelson le tocó el turno de la tarde y también estuvo de capa caída al conseguir un 76. Quedó fuera del torneo por dos golpes.
Esta fue la primera presentación de Woods en el torneo en 14 años. "¡Bienvenido!", le gritaban desde la galería el jueves. La frase fue distinta ayer, al alejarse de su último green: "¡Gracias por venir!".
"Todos tenemos días como este", indicó Woods tras una jornada sin precedentes en su carrera.
El Super Bowl se disputa el domingo en el vecino suburbio Glendale, y ninguno irá a ver el partido. Mickelson viajó a su casa en San Diego, mientras que Woods se marchó a Florida. Ambos volverán a verse la próxima semana en Torrey Pines.
