Memorable. El escándalo más recordado es el de 2004, cuando el seno de Janet Jackson quedó al descubierto.
La expectativa para el Super Bowl de este año fue el saber si la NFL podría cobrar al artista que se presente en el medio tiempo un pago fijo o un porcentaje en su gira como se plantearon sus dirigentes a mediados del año pasado.
La razón: en el 2014 más de 115 millones de televidentes vieron el espectáculo tan sólo en Estados Unidos, superando por mucho a otros eventos importantes como el Oscar (43 millones) y los Grammy (28.5 millones).
Aunque Katy Perry, elegida de entre otras personalidades como Rihanna y Coldplay, declaró que no ha pagado ni estaría dispuesta a hacerlo son varios medios internacionales los que ponen en duda esta versión, pues el evento deportivo se convierte en una gran ventana de exposición por lo que incluso artistas como Bruno Mars -quien estuvo el año pasado amenizando el partido al lado de Red Hot Chili Peppers- expresó no haber cobrado por su participación.
Pero que sea uno de los eventos que paralizan a la nación sede no significa que hayan estado absueltos de escándalos. Quizá el más recordado sea el del año 2004 cuando casi al final del mini concierto ofrecido por Janet Jackson y Justin Timberlake éste arrancó parte del vestuario de la cantante para dejar al descubierto uno de sus pechos, por lo que incluso ella tuvo que disculparse después.