Ecocidio. Imagen del Arroyo Hondo, donde fueron derramados miles de litros de gasolina.
Hay en México 40 mil kilómetros de ductos pertenecientes a Petróleos Mexicanos (Pemex), de los cuales más de 35 % recorre Veracruz, es decir unos 14 mil kilómetros, que convierten al Estado en el más propenso a sufrir derrames de crudo.
El titular de la Procuraduría del Medio Ambiente en Veracruz, Dalos Ulises Rodríguez Vargas, indica que en los últimos tres años se presentaron 100 accidentes, donde 40 % de los casos presentados es ocasionado por fallas de la empresa, mientras 60 % por personas ajenas a Pemex en las que intervienen las tomas clandestinas que dañan los ríos de Veracruz.
Señaló que el año pasado, tres casos fueron los más sonados, pero el que llamó la atención fue el ocurrido el 27 de agosto en Tierra Blanca, donde unos 400 mil litros del hidrocarburo que se esparcieron por 20 kilómetros según autoridades locales, mientras la empresa comentó que sólo alcanzó unos cinco kilómetros y dejó a su paso decenas peces muertos, tortugas, armadillos, conejos, patos y garzas, así como 87 ejidatarios y 18 comunidades afectadas, que de acuerdo con el tesorero de la ganadera local, Víctor Arano Montero, el carburante alcanzó la Laguna de María Lizamba del mismo municipio.
El delegado de la Semarnat, José Antonio González Azuara, indicó que la remediación ecológica tardaría por lo menos cuatro años. Respecto a las sanciones, Rodríguez Vargas, dijo que sólo compete a la Profepa dictaminar a cuánto ascienden, pero estas van de 50 a 300 mil salarios mínimos.
Hay más historias en Coahuila. Fue en febrero de 2012 cuando se registró el derrame más significativo en el Municipio de General Cepeda, a 45 kilómetros de Saltillo. El sitio donde ocurrió el derrame de diésel por la "ordeña" de este combustible del poliducto Satélite-Gómez Palacio, no denota que eso hubiera pasado, pues se encuentra normal a simple vista el terreo.
Al caminar por la zona se siente la tierra muy blanda, pocas partes firmes dentro de un sector de 80 metros. Fue Ductos Norte Sector Monterrey, quien estuvo a cargo de este problema que se suscitó. Estuvo presente Profepa para tomar nota, Pemex y Protección Civil.
Esta zona no fue vigilada luego de concluir los trabajos de limpia, pues no hay huellas de pisadas ni de llantas. Se dice de parte de autoridades que después de la remediación que duró tres meses, no fue tan grave como en otras partes. Esta zona está a unos 12 kilómetros de la población, es un lugar semidesértica, no hay cultivos ni casa por ahí cerca, se afirma que cuando hace calor, se percibe un ligero olor al combustible derramado de ese entonces.
El subdelegado de protección civil de Coahuila, Francisco Martínez Avalos, explica que labor en atención de derrames de hidrocarburo es asegurar el lugar y evitar que personas entren a la zona de riesgo y coordinar acciones de Pemex, bomberos y policía para reducir riesgos, contener el derrame y recuperar el máximo posible.
En Yucatán la autoridad afirma que todo está bajo control. El exceso de velocidad y la imprudencia al conducir tienen la culpa de casi todos los derrames de combustible, que en los últimos dos años han sido la causa principal -de hecho la única- de las emergencias ambientales registradas en la entidad.
En 2013 y 2014, la delegación de la Profepa atendió diez casos de derrames de hidrocarburos, todos debido a incidentes carreteros. A diferencia del resto del país, donde de cada diez emergencias ambientales tres son por derrame de hidrocarburos. Las alertas tiene su origen en esta causa y debido a su carácter no intencional, la cifra anual de casos se mantiene estable. "No hay datos de que el crimen organizado opere en Yucatán tomas clandestinas en los ductos de Pemex, al menos la Profepa no cuenta con ningún registro o denuncia", señala el delegado, José Lafontaine Hamui.
Aquí el robo de hidrocarburos ocurre a pequeña escala.
En varias partes del país la ordeña de ductos registra un aumento alarmante, según datos de la PGR. El delito no sólo ha provocado desabasto de gasolina en varios estados y un boquete de 15 mil millones en las finanzas del país, sino además representa además una grave amenaza para el medio ambiente y la vida y la salud de poblaciones enteras.
