La gallinita joven ponía huevos muy pequeños. La gallina grande, en cambio, los ponía grandes. Un día la gallinona reunió todas sus fuerzas y puso un huevo enorme que parecía de guajolote, cócono, pípilo o totol. Con cualquiera de esos nombres se conoce el pavo. (Del guajolote dijo el Padre Sahagún en sus sabrosas crónicas que "es la mejor carne de todas las aves". Los corales que le cuelgan del pico al guajolote macho se llaman "texcates". Y escribe el Padre Sahagún: "... El que quiere mal a otro le da a comer texcates, para que no pueda armar el miembro viril..."). Prosigo mi relato. Puso la gallina golona su gran huevo, y con aire de suficiencia le dice a la gallinita joven mostrándole aquel descomunal producto: "¿Cómo te quedó el ojo?". Responde la gallinita: "Y a ti ¿cómo te quedó el fondillo?"... Autumnia, mujer algo madura, les cuenta a sus amigas: "Todos los días me dolía la cabeza. Conocí a un estudiante de Medicina, y tres veces por semana me hace algo que él llama trepanaciones. Con eso las jaquecas han desaparecido". "¿Trepanaciones? -se extraña una de las amigas-. ¿Y hechas por un estudiante? Imposible". "Pues no sé -replica Autumnia-. Pero desde que se me trepa ya no me dan los dolores de cabeza"... Le dice la muchacha a su cortejador: "A mí me gustan los hombres con los pies bien puestos en la tierra". "¡Qué coincidencia! -responde el labioso galán-. ¡A mí me gustan las mujeres con los pies bien puestos en el aire!"... Rosibel hablaba con Dulcilí acerca de las cosas de la vida. Le dice: "La virginidad se parece al dinero: si lo gastas se te acaba, pero si lo guardas no sirve para nada". (Rosibel es la misma muchacha que pregunta: "¿Qué hacen los hombres en la cama después de hacer el amor?". Y responde ella misma: "Estorbar")... El sábado no es día de orientar a la República. Sin embargo la pobre anda por estos días tan desorientada que no está por demás darle hoy una pequeña orientadita, rápida y leve. Una orientación quickie, para usar el modismo americano... Eso de la tregua está muy bien, con tal de que no se vuelva transa. La tregua debe ser preludio del diálogo, mas no de la componenda hecha por abajo del agua. Desde luego al PRD le favorece la tregua, pues eso quizá retire la espada que pende sobre la cabeza de López Obrador. Pero también el PAN y el PRI tienen colas que les pisen, y bien podría suceder que los capitostes de los partidos hicieran arreglos para decretar un empate técnico y ya dejarse en paz los unos a los otros. Si eso se hace en agravio de la ley, sometiendo a acuerdos políticos lo que es en verdad cosa jurídica, entonces la manipulación política se impondrá sobre el orden jurídico. Esperemos a ver en qué consiste la tal tregua. Desde luego no pedimos que los políticos sigan con esas pugnas que tan grave daño han causado al país y tanto nos han avergonzado, pero tampoco queremos que sus conflictos sean arreglados con negociaciones turbias hechas de espaldas a los ciudadanos y con desprecio de la ley... Una vez dada esa modesta orientación, concluyamos con otro chascarrillo... Era el tiempo de la segregación racial en el sur de los Estados Unidos. La población blanca se resistía ferozmente a aceptar la integración de los negros al sistema escolar. Una noche dos agentes viajeros, hombres de color los dos, se estaban aburriendo en un bar de cierta ciudad sureña. Le dice uno al otro: "Ya sé. Vamos a conseguirnos un par de chicas blancas, y nos vamos con ellas al hotel". "¡Estás loco! -exclama el otro-. ¡Nosotros, con muchachas blancas, aquí!". "¿Por qué, no? -responde calmosamente el primero-. Lo único que vamos a hacer con ellas es follar, no ir a la escuela"... FIN.
