Francisco alertó contra el “falso revestimiento empalagoso” que no le pertenece a la Navidad y sostuvo que festejar a Jesús significa también ser perseguido por la propia fe. (ARCHIVO)
El Papa Francisco alertó hoy contra el “falso revestimiento empalagoso” que no le pertenece a la Navidad y sostuvo que festejar a Jesús significa también ser perseguido por la propia fe.
Esto durante la reflexión previa al rezo de la oración del Ángelus, que pronunció asomado a la ventana de su estudio personal, en el Palacio Apostólico del Vaticano, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.
En su discurso recordó a San Esteban, el primer mártir del cristianismo, quien fue elegido por los apóstoles para asistir a los pobres, los huérfanos y las viudas en la comunidad de Jerusalén.
Evocando su martirio pidió: “No se olviden: coherencia cristiana, es decir, pensar, sentir y vivir como cristiano, no pensar como cristiano y vivir como pagano: ¡Esto no! Hoy pidamos a Esteban la gracia de la coherencia cristiana”, exclamó.
“Seguir el evangelio es ciertamente un camino exigente pero bello, bellísimo, y quien lo recorre con fidelidad y valentía recibe el don prometido por el señor a los hombres y a las mujeres de buena voluntad”, añadió.
Se refirió a todos los que son discriminados, perseguidos y asesinados por el testimonio de Cristo, les aseguró que por su sufrimiento ya se encuentran en el misterio de la Navidad y están en el corazón de la Iglesia.
“Rezamos porque, gracias también al sacrificio de estos mártires de hoy, que son tantísimos, se refuerce en todas partes del mundo el empeño por reconocer y asegurar concretamente la libertad religiosa, que es un derecho inalienable de toda persona humana”, sostuvo.
“En estas semanas he recibido tantos mensajes de felicitación de Roma y de otras partes. No siéndome posible responder a cada uno, expreso hoy a todos mi más sentido agradecimiento, especialmente por el don de las oraciones. ¡Gracias de corazón! ¡El señor los recompense con su generosidad!”, apuntó.
