Sistema. En el programa digital que entregó Aserca se verifica si el productor está dado de alta como frijolero.
Las empresas acopiadoras sólo se están apegando a lo que señalan las normas para el acopio de frijol que dictó Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), reconocen los empresarios que han tenido que rechazar el grano de varios productores porque llega manchado o sembraban otro cultivo.
Juan Manuel Vázquez es representante de una de las empresas acopiadoras instaladas en el municipio de Guadalupe Victoria y aclaró que los señalamientos de que podría existir de un riesgo en el esquema porque los acopiadores no reciben grano de personas que están registradas con otro cultivo o que tienen grano manchado, están mal dirigidos.
Explicó que no es culpa de ellos como empresas, "nosotros (los acopiadores) seguimos las normas; si las rompemos, entonces nos dejan fuera del esquema".
Reconoció que a la empresa que él representa han llegado cientos de productores a intentar vender su grano; sin embargo, al ser verificados en el sistema digital que la propia Aserca les entregó, no están contemplados y por ello tienen que dejarlos fuera.
"No es culpa nuestra, es culpa de las normas que tenemos que respetar".
Detalló que normalmente el productor cuando llega a la empresa se le toma el nombre desde el estacionamiento y ahí señala cuántas toneladas de grano trae para el acopio.
Con el nombre se introducen los datos al programa digital que tiene Aserca donde se estipula quienes son los productores frijoleros.
"Si el nombre no forma parte de este programa, entonces quiere decir que el productor sembró anteriormente otro producto ya sea maíz o avena, y no frijol. Entonces, nosotros no podemos aceptar su grano porque así están las normas", sostuvo Cristina Hernández, responsable de la verificación digital en la empresa acopiadora.
Dijo que incluso los frijoleros suelen llevar folios de siembra, pero no aparecen en el programa digital de Aserca y entonces se les tiene que decir que no se les acepta el frijol, al menos no dentro del esquema de comercialización.
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