Deportes futbol Corridas de Toros Beisbol Liga MX Toros Laguna

Se culpan COM y Conade por pobres resultados

Felipe Muñoz se deslinda de pobres resultados de México en los Juegos Olímpicos de Atenas.

MÉXICO, DF.-Apenas tocaron suelo mexicano y los máximos dirigentes del deporte mexicano comenzaron a aventarse la bolita sobre quién es responsable de la actuación de México en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde sólo se obtuvieron tres medallas de plata y una de bronce.

Sin perder tiempo, Felipe "Tibio" Muñoz, presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM) citó a la prensa para responsabilizar a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), a cargo de Nelson Vargas, por el papel desempeñado por la delegación mexicana.

Muñoz dio lectura a un informe preliminar sobre los resultados de México en Atenas, no sin antes precisar categóricamente que no respondería a ningún cuestionamiento.

Señaló que el papel del Comité Olímpico, previo y durante la justa helénica, se limitó a la inscripción, acreditación y traslado de los atletas.

"En tanto, la Conade se encargó de la preparación de los atletas, así como todo lo relativo a los programas (deportivos) en general", leyó Muñoz.

Con base en el nivel actual y expectativas de cada deporte en México, el informe del COM consideró la actuación en Atenas de cada disciplina con calificaciones de "buena", "mala" y "regular".

Sólo el taekwondo, atletismo y ciclismo alcanzaron buena calificación, según el COM.

Por su parte, el titular de la Conade, Nelson Vargas, aseguró en entrevista que el Gobierno federal debe tomar el control total del deporte mexicano para que haya resultados.

"Creo que la única forma de cómo se puede mejorar el deporte nacional es que el Gobierno se haga cargo del Centro Deportivo Olímpico Mexicano como un centro de alto rendimiento, o de otra manera va a ser muy difícil salir adelante.

"Mientras se siga pensando que nosotros (Conade) manejamos el deporte y, por otro lado, federaciones, como el boxeo, como todos los que son miembros ejecutivos del Comité Olímpico Mexicano, nos boicotean el trabajo, pues va a ser muy difícil salir adelante, no hay otra forma", aseguró Vargas.

"Tibio" conformismo

Parece el guión de una película mil veces vista. Los personajes, con los parlamentos previamente aprendido. Es el día después. El día de dar la cara.

No lo hacen, los dirigentes del Comité Olímpico Mexicano (COM). Dejan sólo a su presidente en una reunión voraz en donde él es platillo principal. Aunque tampoco él afronta los hechos.

Felipe Muñoz hace un acto de aparición de apenas nueve minutos en los que se atreve a un “qué caras, ya ni yo, que acabo de llegar de Atenas”, y como pocos entienden el humor postolímpico, redefine su postura y dice, muy serio, que no hablará más de lo que escrito está en un pequeño informe.

Es tangible el olímpico desdén que se respira en estas instalaciones. Porque caminar por los pasillos del COM es pasearse por los terrenos de la conformidad.

Nada parece sorprender a quienes día a día laboran en las añosas oficinas de avenida del Conscripto y Periférico. Para ellos pareciera un resultado normal; el objetivo para el que fueron los deportistas a unos Juegos Olímpicos.

Que se ganaron únicamente cuatro medallas; que el equipo mexicano hizo un papel indecoroso, que la desazón invadió por dos semanas a miles de compatriotas, parece ser, aquí, cosa de cada olimpiada.

El ánimo de cada cuatro años se hace presente en estos edificios que, mudos testigos, observan el devenir de un deporte en decadencia.

Alguna de las secretarias comenta que ha sido la historia de siempre, al menos la que ella recuerda, desde 1985. Y mientras en las oficinas del presidente del Comité Olímpico Mexicano, Felipe Muñoz, se detalla la estrategia de huida tras una “conferencia de prensa” que no lo será, entre galletas y café se discute lo sucedido en Atenas 2004.

A la espera de lo que debía ser una exposición detallada, un grupo de periodistas entabla sus juicios sobre lo sucedido. Hay quienes abogan por el esfuerzo, conminan a la paciencia y defienden a algunas de las metas incumplidas. Sabe o no sabe el metal que Ana Guevara trajo de Atenas. ¡Triunfo!, claman unos. ¡Fracaso!, los más apasionados.

Se realizan análisis prueba por prueba; y el tono de la charla va entonces del sarcasmo al recordar los 43 segundos olímpicos de José Goldschimied, en el judo, los dañados estómagos de los maratonistas.

Leer más de Deportes

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 107084

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx