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Verdades y rumores

Por el Agente 007

En esta época de posadas y ambiente navideño las supervisoras y jefas de sector y área de la sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, recibieron un regalote: la visita de su secretario general, Javier Cordero, conocido como el “Mirrey” del magisterio. Pero no crea usted que don Javier acudió a darles su abrazo de Feliz Navidad y buenos deseos, sino que llegó con la espada desenvainada para amenazarlas y decirles que ya había establecido convenios -de palabra, claro está- con los subsecretarios de Educación de Coahuila y Durango para que a partir del año que entra no hubiera reportes de faltas de maestros, aunque éstos sí se ausentaran de sus aulas, sobre todo cuando se trate de apoyar la sacrosanta labor del sindicato. Esto desconcertó a las supervisores y jefas de sector, quienes -ilusas- habían pensado, como muchos otros mexicanos optimistas, que la Reforma Educativa iba en serio, la cual contempla la sanción por las faltas.

Pero como ya les dijeron que no y que por favor ni se les ocurra molestar a los docentes faltistas, entonces el año entrante los maestros oficialmente no se ausentarán de las aulas, aunque sí lo hagan y dejen a los niños sin clases. Así, pues, la tan cacareada Reforma Educativa quedará, como la mayoría de las leyes en México, al arbitrio de líderes sindicales y funcionarios. ¡Qué chulada!

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Dicen nuestros subagentes vestidos de instructor de cursos, de esos que se pregonan para la prevención del delito, que el polémico titular de la dependencia municipal correspondiente, José Elías Gánem, se quedó chiflando en la loma cuando muy quitado de la pena solicitó un presupuesto de alrededor de 17 millones de pesillos para su dependencia para 2015, pero el dinero no fue autorizado. Dicen los maldicientes que a Gánem parece no resultarle suficiente el dinero federal del Pronapred que supuestamente se aplica en este rubro tanto en lo que respecta a infraestructura social como en programas, cursos y talleres que se brindan para los niños, jóvenes y madres que viven en colonias consideradas de alta incidencia delictiva. Los mal pensados que nunca faltan comentan que el exrregidor, ave de mil tempestades, se quedó tan mal acostumbrado a realizar “gestiones” en la anterior administración que le redituaban ganancias, que ahora no haya cómo inventarse necesidades para conseguir más dinero en vez de darle una buena “rasurada” a la abultada nómina de su dirección, que buena falta le hace.

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Lo que a continuación vamos a relatar sin duda provocará en muchos de nuestros lectores calambres en el abdomen, pero no por una comida condimentada ni por los efectos de las tradicionales posadas navideñas, sino por las espeluznantes cosas que ocurren en el ayuntamiento de Torreón. Resulta que los H. Cobradores -perdón, regidores- de las cuatro bancadas que integran el Cabildo recibieron esta quincena la nada despreciable suma de 50 mil pesillos de aguinaldo, libres de todo odiado impuesto. Si se considera que el nivel de trabajo sufrió una drástica disminución (eso dicen) este año luego de que se les cortó la oscura facultad de gestoría social que tenían, con lo que dejaron de atender a cientos ciudadanos que acudían en busca de ayuda, la actividad de los ediles prácticamente se redujo a su trabajo en comisiones. A eso hay que sumar que estos peculiares representantes del pueblo no tienen horario de trabajo; que la mayoría, siendo de la misma filiación tricolor del alcalde, sólo levanta el dedo para aprobar lo que les solicita su patrón don Miguel, y que al resto aún no le cae el veinte que son oposición. Por si no fuera suficiente la mayor parte de los ediles no son dados al estudio, mucho menos al análisis de los temas, la discusión y las propuestas, esto con todo y que que cuentan por lo menos con dos asesores cada uno, cuyos sueldos se pagan de los bolsillos agujereados del atribulado ciudadano. Vamos, en resumidas cuentas, para la mayoría del respetable la conclusión es que nomás no desquitan lo que ganan. Aún así el jugoso aguinaldo que cobraron es aparte de las dos quincenas que recibieron correspondientes al mes de diciembre, así que échele cuentas. No cabe duda que en este mundo hay ciudadanos de primera y... todos los demás.

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A propósito de ciudadanos de primera, a quien se le vio muy campante circulando con todo y chofer sobre una camioneta gris con “placas” de Onappafa fue al noveno regidor Mauro Esparza. Resulta que el servidor público acudió esta semana al Edificio Coahuila cuando se llevaba a cabo una protesta de los “defensores del patrimonio familiar” en contra del decomiso de autos “chuecos”. Los manifestantes no dejaron pasar a don Mauro para que atendiera los asuntos que llevaba a la representación del gobierno provincial en esta ciudad, y por ello se retiró muy molesto. Las malas lenguas dicen que al regidor priista no le queda enojarse con los manifestantes ya que él también se mueve en carro “onappafo”, y comentan que hasta debió integrarse a la protesta para “defender sus derechos”. Pero tal vez esas lenguas viperinas no repararon en que él, como otros funcionarios, cuenta con patente de corso para pasarse por el arco del triunfo los retenes que se instalan en la ciudad para detectar este tipo de autos y que tanto dolor de cabeza causan a los automovilistas en regla.

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Del otro lado del Nazas también hace aire. Como si fuera uno de los más grandes secretos de la historia de la humanidad, el ayuntamiento de Lerdo que comanda Luis de Villa guarda celosamente la información relacionada con la nómina municipal. Y aunque se ha solicitado vía los mecanismos de transparencia dicha información, que debe ser de dominio público como en todos los gobiernos, la respuesta hasta ahora ha sido que “con la pena, pero esos datos tienen un costo de ¡7 mil pesos!”. Y esto a pesar de que la solicitud se ha hecho a través del sistema Infomex, es decir, la entrega debe ser en formato digital y, por lo tanto, gratuita, sin papeleo de por medio. Ante estos válidos alegatos, nuestros subagentes disfrazados de computadoras de caja blanca cuentan que el ayuntamiento de Lerdo reculó y se dijo dispuesto a entregar la información esta semana. No obstante, quienes bloquearon el proceso fueron (¡vaya paradoja!) los mismísimos guardianes de la transparencia en el estado de Durango, es decir, los responsables del Instituto de Acceso a la Información. Resulta que al enterarse de la “buena voluntad” del Municipio, los funcionarios del organismo estatal autónomo (así le dicen) ordenaron a los empleados del ayuntamiento que se sujetaran al procedimiento y que no entregaran la información hasta que se cumplieran los plazos. Con esto, los maliciosos se preguntan: ¿por qué tantas trabas? ¿Acaso no debería ser el Instituto un facilitador de la transparencia en vez de entorpecer los procesos con burocratismos innecesarios? Y los aficionados al “sospechosismo” lanzan un dardo emponzoñado en forma de otra interrogante: ¿será que tanto obstáculo y secretismo en un asunto tan elemental, como lo es el conocer cuánto ganan los servidores públicos, tiene que ver con que el edil Luis de Villa es el alcalde mejor pagado de la zona metropolitana, aunque su municipio tenga considerablemente menos presupuesto que las ciudades hermanas de Torreón y Gómez Palacio?

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Todo parece indicar que el Comité Técnico del Impuesto Sobre Nóminas, ese organismo de legitimación de la discrecionalidad con la que se deciden muchas obras en esta azotada comarca, está viviendo sus últimos días. Y es que el malestar ha resurgido entre algunos organismos empresariales que tienen silla, voz y voto dentro del comité de marras, a raíz de la demora -léase “jineteo”- que se le ha dado por parte de la Secretaría de Finanzas que comanda el cuestionado Ismael Ramos al dinero que pagan los empresarios a través del mentado impuesto. Los ipecos se preguntan por qué la dependencia es tan puntual para requerirles el pago de este gravamen a las empresas, pero no a la hora de hacer fluir el recurso regularmente para que el Gobierno del Estado solvente financieramente sus obras. Y es que las obras anunciadas con esta bolsa se licitaron apresuradamente hace poco tiempo, en tanto que otras están apenas por iniciarse a escasos días de que nos despidamos de 2014. A lo anterior se suma que en este año el comité únicamente se han reunido en tres ocasiones, por lo que la voz y el voto de los integrantes del organismo ha sido hecha a un lado. Entonces si el gobierno estatal decide las obras que quiere, pues como que ya no tiene sentido disimular con un comité que sólo causa gastritis a los representantes empresariales.

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