El presidente de la Comisión Anticorrupción del Senado, Pablo Escudero Morales (PVEM), reclamó que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, 'tome cartas en el asunto del jefe delegacional en Iztapalapa, Jesús Valencia Guzmán'.
En estos temas 'debe actuar ya con seriedad', señaló.
El accidente automovilístico de Valencia, agregó Escudero Morales, 'es la historia de corrupción, descaro y cinismo de los delegados del Distrito federal donde es evidente que como nunca pasa nada ocurre es una impunidad terrible'.
En este sentido, recordó el caso del delegado de Coyoacán, Mauricio Toledo, quien 'amenazaba de muerte a los constructores, lo denunciaban y casualmente retiraban sus denuncias y al día siguiente podían seguir con sus obras'.
Urgió a Mancera a intervenir, investigar el posible conflicto de interés en que hubiera incurrido el delegado Valencia Guzmán, "pero cada día es más frecuente que en el Distrito Federal no pasa nada".
Escudero señaló que está pendiente la Averiguación Previa del ex oficial mayor de la Asamblea Legislativa, Aarón Josué Ramos Miranda, a quien se le relaciona en un escándalo "con el crimen organizado, con narcotraficantes, con diferentes cárteles".
El tema, dijo Escudero Morales, "es gravísimo", se le vincula con el narcotráfico y lo único que ocurre es que renuncia y no pasa nada.
"Que el jefe de gobierno no pida que sus servidores públicos publiquen sus declaraciones patrimoniales", dijo el senador del PVEM, pero llamó a aclarar los episodios de los delegados e investigar los pasos del ex oficial mayor de la Asamblea.
La impunidad y el desaseo enmarcan el caso de Valencia Guzmán, pues, además, "el señor presuntamente iba en estado de ebriedad, choca el vehículo blindado que conducía y que pudo haber matado a una familia, y ahí tenemos que el alcoholímetro es para todos, menos para ellos".
Pablo Escudero Morales concluyó que "es terrible, lo único que hay que festejar es que en su estado de ebriedad no haya matado a alguien".
