Lincoln Center para las Artes Escénicas, Estados Unidos. (Foto: Lucas Evmiller)
Tener un cuerpo de bailarina de ballet dejó de ser considerado un ideal inalcanzable gracias a una técnica de entrenamiento que si bien no es nueva ha cobrado mucha fuerza en los últimos años. Se trata de un método basado en esta disciplina artística que además integra movimientos de yoga y Pilates y que da como resultado un cuerpo estilizado y muy bien tonificado.
Cualquiera que haya asistido al menos una vez en su vida a una función de ballet clásico, o incluso admirado a través de fotografías o videos una coreografía de este tipo, admitirá que gran parte de la magia de la disciplina radica en las estilizadas figuras que se mueven sobre el escenario y con gran ligereza forman bellas formas en el aire.
Los esbeltos, firmes y bien torneados cuerpos de las bailarinas pueden llegar a ser la envidia de muchas mujeres que viven en la creencia de que tener esa figura sólo es posible para quienes han practicado ballet desde la infancia, una idea que echan por tierra los múltiples programas de entrenamiento basados en la danza clásica que últimamente cobran fuerza en el mundo.
ORIGEN Y AUGE
Ballet workout y barre method (en alusión a la barra de los salones de ballet) son algunos de los nombres con los que se les conoce a las técnicas de entrenamiento que combinan ejercicios propios de esta disciplina artística con otras como el yoga y el pilates a fin de quemar calorías, tonificar músculos y permitirle a cualquier mujer esculpir un cuerpo de bailarina.
La base de este método de entrenamiento tuvo su origen en la década de los setenta y fue desarrollada por la bailarina alemana Lotte Berk, quien mantuvo abierto su propio estudio en un barrio de Manhattan desde 1970 hasta 2005. El cierre del salón de Berk dio pie a la proliferación de un buen número de conceptos basados en su trabajo que además tomaron mayor auge luego de que se diera a conocer que la actriz Natalie Portman se preparó a través de este método para su papel en la película Cisne negro (Black Swan, 2010).
ENTRENAMIENTO FOCALIZADO
La mayoría de los métodos basados en el ballet están diseñados para quemar grasa a través de pequeños movimientos, como flexiones y estiramientos, que desafían la fuerza y resistencia del cuerpo, y que ayudan a mejorar la condición física.
Para privilegiar la fineza de la figura corporal, los ejercicios fueron cuidadosamente desarrollados para tonificar específicamente los músculos de cuatro áreas: brazos, muslos, glúteos y abdomen, sin que ello añada masa corporal.
UNA RUTINA IDEAL
Entre los beneficios de ejercitarse a través de las técnicas basadas en el ballet se pueden mencionar la quema de calorías, el desarrollo de fuerza física y la flexibilidad. Asimismo, se ha mencionado que contribuye al mejoramiento de la postura corporal, pues incluye ejercicios que fortalecen la espalda, el pecho y los hombros, e incluso a adquirir mayor confianza y, por ende, una expresión corporal mucho más delicada y sensual.
Las rutinas de ballet workout echan abajo el mito de que una gran flexibilidad sólo es alcanzable para aquellos que la trabajaron desde pequeños y prueban que esta puede desarrollarse siempre y cuando las dinámicas de contracción y estiramiento se realicen con frecuencia y mucho empeño.
Un abdomen plano, unos glúteos firmes y unas piernas sin celulitis son las promesas de este popular método que ya se expande por todo el mundo y que es adoptado con gran optimismo por parte del público.
FAMOSAS EN LA BARRA
Quizá gran parte del éxito que ha tenido esta técnica se debe a que innumerables famosas se han declarado devotas de ella. Saber que las esculturales modelos de Victoria's Secret, como Miranda Kerr o Helena Christensen se ejercitan mediante un método de este tipo (Ballet beautiful), además de otras famosas como Drew Barrimore, Gwyneth Paltrow y Dita Von Teese, puede ser una gran motivación para muchas mujeres. Sin embargo, es necesario poner los pies en la tierra y partir de la idea de que no existen recetas mágicas en cuanto a mantener un cuerpo saludable se refiere; hay que tener siempre presente que la disciplina y el esfuerzo son la base parta lograr cualquier objetivo.
Además hay que considerar que el hecho de que parezca un ejercicio sencillo, debido a que son movimientos pausados y breves, no quiere decir que en realidad lo sea. Este tipo de entrenamiento conlleva cierto grado de dificultad que incluso ha sido señalado por bailarinas experimentadas. Es por eso que es recomendable acudir a practicarlo en lugares especializados con guías capacitados.
Los métodos de barra prometen resultados visibles en cuestión de meses siempre y cuando se practiquen de tres a cinco veces por semana, y reconocen que obviamente estos varían de acuerdo a la constancia de cada individuo y su alimentación.
Una manera de saber si el ballet workout es para nosotros es acudir a una clase de prueba en algún estudio especializado, o bien echarle un vistazo a los miles de videos disponibles en You Tube.
