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Cuba y Estados Unidos y… México

JULIO FAESLER

La reanudación de relaciones entre Cuba y Estados Unidos anunciada simultáneamente ayer en La Habana y Washington, pone fin al largo historial del inútil y contraproducente embargo que el presidente Kennedy heredó de su antecesor Eisenhower.

Durante 53 años el régimen de Fidel Castro y todos los que simpatizaban con la propuesta soviética, tuvieron un arsenal de inagotables críticas contra el capitalismo imperial encabezado por los Estados Unidos. La intención de derrocar por la fuerza al régimen marxista de Cuba fracasó apenas dos años de su instauración, en la Bahía de Cochinos en abril 1961. Cuba, sin embargo, habría de quedar muy a su pesar, como peón menor en el tablero de la Guerra Fría como se vio un año después en la crisis de los misiles que enfrentó a los dos titanes, URSS y EUA, en un episodio de inigualada tensión que llevó al mundo entero al borde de un desastre nuclear.

México fue siempre amigo de Cuba, pero con precaución. La abstención en la OEA hecha por el embajador Vicente Sánchez Gavito desligándonos del rompimiento continental de relaciones con el régimen castrista, quedó como marca indeleble en nuestra política exterior. Las magníficas instalaciones en Polanco que se le regalaron para su embajada no quería decir que nos incorporábamos a la agresiva estrategia anticapitalista de régimen marxista de Fidel Castro. El presidente Echeverría fue siempre claro en advertirle a La Habana que aplicaría mano fuerte contra cualquiera subversión cubana en nuestro territorio.

A lo largo de ese período nunca se interrumpieron las reuniones interparlamentarias con legisladores cubanos. En lo comercial, la feria del IMCE en La Habana en 1975 fue un éxito comercial y político que amainaba con productos y servicios mexicanos, los efectos perniciosos del bloqueo abriendo perspectivas económicas a nuestros productores y prestadores de servicios hoteleros.

El bloqueo no sirvió para destruir el marxismo en América, sino arraigó el régimen antidemocrático castrista y perpetuó las privaciones que se le aplicaron al pueblo. Los tiempos han cambiado, pero como lo dijo Obama en su discurso, las cosas seguirán siendo iguales si se sigue haciendo lo mismo.

El nuevo capítulo inaugurado por Obama y Raúl Castro alentados por el Papa Francisco, abre un proceso de desconocida duración hacia la apertura de embajadas, liberación de reos encarcelados, inicio del proceso de levantamiento del bloqueo, aperturas financieras y de montos de remesas y muy importante, quitar a Cuba de la lista de país "promotor del terrorismo". Lo que irrita a los congresistas republicanos y a los recalcitrantes residentes cubanos en Miami, es que Cuba no hace concesión alguna en cuanto a su sistema o ideología. No hay mención a realizar una apertura democrática como la que la Unión Europea le exigió a México al firmar un acuerdo de cooperación en 1997, para que se instaurar un modelo pluripartidista. No hay cortapisas para continuar su sistema socialista de gobierno. Obama recordó que su país tiene relaciones con China comunista y con Vietnam con la que libró sangrienta guerra, y Estados Unidos no puso ninguna cortapisa para continuar con su sistema socialista de gobierno.

Las relaciones de Cuba con once países países latinoamericanos miembros de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, se reunió hace unos días en La Habana, y cuyas decisiones más destacadas se orientaron a respaldar a Venezuela en su actual coyuntura al ser objeto de las restricciones que Estado Unidos acaba de imponerle, precisamente en momentos de bajas en el precio de petróleo su principal fuente de divisas.

Desde luego que la imposibilidad para Venezuela de continuar apoyando a Cuba y otros países antillanos con petróleo barato es un factor que desarregla todos los planes de cooperación regional. Por esta razón, Venezuela perderá aun más su influencia política y económica en el área.

Sabemos que los Estados Unidos están preocupados por la seguridad del continente norteamericano, tanto militarmente como en beneficio de los compromisos empresariales. Levantar el bloqueo a Cuba, es piedra clave de esa estrategia ya que con ello se integra a Cuba a una sintonía regional. Obama quiere que Cuba asista a la reunión de Cumbre de las Américas el año entrante en Panamá donde se confirmará su reincorporación a la OEA .

El proceso de desmantelamiento del cincuentenario bloqueo será largo por requerir complejos ajustes legislativos en los Estados Unidos. Hay muchas facetas por atender que aplazan sus efectos netos.

Para México es previsible un fuerte aumento en la exportación de productos y servicios. El sector turístico puede, empero, ser más inmediatamente afectado ya que la apertura de los centros turísticos cubanos pueden arrebatarle a nuestro Caribe su atractivo. Habrá mucho trabajo para todos a fin de reponer el tiempo perdido.

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