Con el tiempo, las esferas cambiaron su simbolismo del pecado y se les atribuyó ser el símbolo de las oraciones que se hacen durante el periodo de Adviento entre los católicos. (ARCHIVO)
Un árbol de Navidad tradicional requiere luces, moños, una estrella y quizá un listón, pero definitivamente, aún con todos estos elementos, no sería igual si no tuviera esferas.
Como se mencionó en la historia del árbol navideño de la semana pasada, correspondiente a esta sección, originalmente los adornos de este eran velas y manzanas, basándose en los esfuerzos de San Bonifacio por volver cristiana una celebración originaria de Alemania.
Las manzanas, de acuerdo con el portal Catholic.net, representaban "las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador".
Con el tiempo, las esferas cambiaron su simbolismo del pecado y se les atribuyó ser el símbolo de las oraciones que se hacen durante el periodo de Adviento entre los católicos.
Así, cada color en las esferas representa un tipo de oración, siendo las azules de arrepentimiento, las plateadas de agradecimiento, las doradas de alabanza y las rojas de petición.
