Siglo Nuevo

William Styron

Los ingredientes de una rica obra literaria

William Styron en su casa, 1966. (Foto: Archivos Muffy)

William Styron en su casa, 1966. (Foto: Archivos Muffy)

Jessica Ayala Barbosa

El de William Styron no es un nombre muy conocido entre los lectores hispanohablantes, quizá sólo entre aquellos que incansablemente buscan voces nuevas en la narrativa, o bien en los círculos literarios especializados. Nombrado heredero de William Faulkner, alabado por escritores como Salman Rushdie y Susan Sontag, entre otros, este estadounidense es el autor de una reconocida obra donde la tragedia se funde con una prosa clásica y da como resultado una exquisita joya literaria.

La vida de William Styron abarca un período en la historia situado entre el 11 de junio de 1925 y el 1 de noviembre de 2006. Nació en Newport News, una ciudad del sureño estado de Virginia, Estados Unidos.

En una región que se caracterizaba por su conservadurismo, Styron fue educado en un hogar en el que imperaban ideas progresistas. Según se dice, su padre, oriundo del sur pero liberal, era un hombre dedicado a la ingeniería naval que sufría depresión, y su madre, quien procedía del norte, murió a causa de cáncer antes de llegar a los cuarenta años de edad, circunstancias que hicieron de la infancia del futuro autor algo no muy grato.

Antes de completar sus estudios en Literatura inglesa, en la Universidad de Duke (1947), Styron sirvió a la Marina de su país en la etapa final de la Segunda Guerra Mundial, donde alcanzó un grado alto pero nunca combatió.

UN PASO SÓLIDO

La aparición de su primera novela en 1951, cuyo título original fue Lie Down in Darkness (en español la obra vería la luz bajo el nombre de Tendidos en la oscuridad hasta 1983) fue toda una revelación y significó un gran éxito para el joven escritor de 26 años de edad, ya que la crítica asoció su estilo al del influyente William Faulkner y lo declaró su heredero.

Esta primera historia está ambientada en su natal Virginia y se constituye como una melancólica meditación lírica acerca de una chica de clase media que crece en el seno de una familia sin amor y que lucha con su conciencia antes de suicidarse.

La trama de Tendidos en la oscuridad se desenvuelve a través del punto de vista de los miembros de su familia y amigos de Peyton, la joven suicida, durante su funeral.

En la novela el lenguaje juega un papel tan importante como la caracterización, y la similitud que tiene con El sonido y la furia, de Faulkner, es obvia, lo cual derivó en el elogio por parte de un amplio sector de la crítica, cuyos miembros más entusiastas exaltaron su “energía y devenir melódico”.

A pesar de lo halagüeño que pudiera resultar ser considerado heredero de un Premio Nobel de Literatura (Faulkner, 1949), lo que menos Styron quería era convertirse en un emblema de la cultura sureña, región de la que deseaba escapar para explorarla desde afuera.

“No me ubico a mí mismo en la escuela sureña, lo que sea que eso signifique”, declaró en una entrevista para un medio francés en 1953. Según explicó, en esa misma instancia, lo único sureño de su primer novela era el personaje principal, pero dejó en claro que era una situación circunstancial. Peyton, continuó, no tenía que haber sido de Virgina, “Ella hubiera terminado saltando de la ventana sin importar dónde hubiera nacido”, sentenció.

William Styron escribió y publicó su primera novela desde Nueva York y sus alrededores, posteriormente se integró al grupo de estadounidenses que se trasladaron a París para vivir y desarrollar una vida literaria.

Durante su estancia en la “Ciudad de la luz”, hizo amistad con Romain Gary, George Plimpton, Peter Matthiessen, James Baldwin, James Jones, e Irwin Shaw, entre otros, junto a quienes fundó la conocida Paris Review en 1953, en la que trabajaba como editor consultivo.

La larga marcha, su segundo título fue publicado por entregas, también 1953, y como libro de bolsillo en 1955. En este caso, se trata de una crónica sobre el desplazamiento forzado y brutal que realizaron los reclutas de un campo de entrenamiento del cuerpo de la Marina estadounidense.

También durante la primavera de 1953 contrajo matrimonio en Italia con la escritora Rose Burgunder y vivió con ella en ese país cerca de un año, para después trasladarse juntos a Roxbury, Connecticut, donde Styron se dedicó arduamente a trabajar en su siguiente obra, Set this House on Fire, que apareció en 1960.

Esta casa en llamas (como se titularía la obra en español publicada bajo el sello de Grijalbo en 1984) es una novela con una estructura compleja ambientada en gran parte en Italia. En ella, el escritor volcó su experiencia en europa. Técnicamente, la obra significó un avance, además de que el empleo del sentido existencialista logró hacer que fuera vista como ajena a la escuela sureña.

ÉXITO Y POLÉMICA

En 1960, Styron volvió a casa, metafóricamente y en su imaginación, para emprender un proyecto que había contemplado desde su juventud: el recuento ficticio de la violenta rebelión de esclavos que condujo Nat Turner en 1831 y que aconteció no muy lejos de su lugar de naciemiento.

Las confesiones de Nat Turner, publicada en 1967, es un relato narrado a partir de la transcripción del testimonio de Turner, desde su punto de vista, por lo que el libro retrata con simpatía a este hombre al que se le ha negado ser feliz debido a su condición degradante de esclavo.

Por esta misma condición, que le sobaja y le hace no ser él mismo, libre de conducir su propia vida, el personaje emprende una revuelta de trágico desarrollo, mismo que finaliza con su detención y captura.

Por entonces, en la unión americana privaba lo más fuerte del movimiento a favor de los derechos civiles, de modo que la publicación del cuarto trabajo de William Styron no podía ser mejor y, como era de esperarse, se coronó como un éxito de ventas.

El escritor logró entonces obtener el Premio Pulitzer de1968, y, en 1970, la medalla William Dean Howells de la Academia Americana de Artes y de Letras, ambos en medio de una gran controversia desatada por los críticos del libro, quienes acusaron el autor de racismo y de haber malinterpretado la historia de la población afrodescendiente.

En el libro Nat Turner de William Styron: Diez escritores negros responden, editado por el reconocido estudioso de historia africana John Henrik Clarke, Styron fue acusado de malentender la lengua, la religión y la psicología de la comunidad negra, y de producir una apropiación blanqueada de nuestra historia.

Amargado, Styron se retiró del debate y comenzó a dedicarse a su proyecto siguiente, La decisión de Sophie (1979), una historia acerca de una mujer polaca católica, completamente ficticia, llamada Sophie Zawistowska, que lucha por sobrevivir a las consecuencias de haber sido internada en Auschwitz durante la guerra.

Aunque en menor medida esta obra tampoco logró eludir la polémica. En esta ocasión, el punto controvertido fue su decisión de elegir una víctima no judía de los campos de concentración para tratar el tema del Holocausto.

Pero fuera de eso la novela fue un éxito internacional, e incluso recibió el National Book Award en 1980. Su adaptación cinematográfica, protagonizada por Meryl Streep y realizada en 1982, también es inolvidable, pues obtuvo cinco nominaciones a los premios Oscar, entre ellos el de mejor actriz, que le permitió a Streep hacerse de la estatuilla.

William Styron publicó otros trabajos, como las obras En el Clap Shack, de 1972, y This Quiet Dust and Another Writings, de 1982, una colección de ensayos que tratan los temas dominantes de su propia ficción.

Asimismo, su libro de no ficción Esa visible oscuridad es un relato en el que el autor estadounidense narra la lucha que emprendió contra la depresión, mientras que A Tidewater Morning: Three Tales from Youth está integrado por obras autobiográficas.

William Styron murió el 1 de noviembre de 2006 y de manera póstuma fue publicado Havanas in Camelot: Personal Essays, una colección de textos en los que toca diversos temas, entre ellos su amistad con el presidente Kennedy; Cartas a mi padre (2009) y Cartas escogidas de William Styron (2012).

LA DEPRESIÓN COMO MATERIAL LITERARIO

Instalarse junto a su esposa en Conetticut y hacer vida familiar le permitió a Styron un modelo de vida estable y propicio para la creación literaria, el cual mantuvo durante 30 años.

En 1966 compró una casa en el muelle de Martha's Vineyard, en donde la familia vacacionaba con regularidad y donde él comenzó a vivir cada año de mayo a octubre. Su círculo de amigos fue creciendo y en él se podía contar a Lillian Hellman, Art Buchwald, Philip Roth, E.L. Doctorow, Candice Bergen, Carly Simon, John F. y Jacqueline Kennedy, Bill y Hillary Clinton, Mike Wallace e incluso Norman Mailer, con quien se había enfrentado ferozmente cuando acababan de conocerse.

Styron viajaba con frecuencia, especialmente a Francia, donde continuaba siendo admirado y aunque parecía tener una vida perfecta, la verdad es que su existencia estaba marcada por algunos pasajes sombríos, como el trauma de la muerte de su madre, ocurrida cuando él apenas contaba con 13 años de edad.

Una predisposición a la depresión es evidente en la historia emocional de su familia y el suicidio es un tema recurrente en su ficción.

Styron siempre admitió que bebía mucho para alejar esos fantasmas, pero al cumplir 60 años de edad, resolvió que no podía seguir bebiendo, decisión que le provocó severos desajustes en su forma de ser y tuvo que ser medicado. Estos medicamentos le produjeron destructivos efectos secundarios, y lo arrastraron hacia una depresión suicida, profunda y prolongada, de la que no se recuperó hasta que lo hospitalizaron desde principios de diciembre de 1985 y hasta febrero de 1986.

Styron se recuperó y escribió un muy doloroso recuento de su experiencia, que comenzó como conferencia y se convirtió el best seller: Esa visible oscuridad.

La depresión continuó acechándolo, y por ello fue hospitalizado varias veces más.

Esa visible oscuridad retrata a un hombre deprimido que desciende hasta el fondo del infiero, pero que también lucha y logra liberarse de la melancolía y la tristeza. La obra es pues un testimonio en defensa de la vida, de la alegría, la pasión y la escritura.

Twitter: @gsi_k

William Styron y Norman Mailer con sus esposas, Norris Church (A la derecha) y Rose Styron. (Foto: Ron Galella/Wiremalge)
William Styron y Norman Mailer con sus esposas, Norris Church (A la derecha) y Rose Styron. (Foto: Ron Galella/Wiremalge)
William Styron en su casa en Roxbury, Connecticut, 1972. (Foto: Jill Krementz)
William Styron en su casa en Roxbury, Connecticut, 1972. (Foto: Jill Krementz)
William Styron, 1979 (Foto: Archivo Siglo Nuevo)
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