El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció ayer el fin de las más de 1,800 policías municipales para crear 32 policías estatales únicas, como parte de su "decálogo" para fortalecer el Estado de Derecho en México a 62 días de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero.
En un mensaje dirigido a la nación para presentar su estrategia para combatir la inseguridad, la impunidad y la corrupción, el mandatario explicó que la iniciativa contempla sanciones para los alcaldes que no entreguen el control de los cuerpos policiales y a los gobernadores que no asuman la responsabilidad de la policía única.
Según dijo, el objetivo es pasar "de más de 1,800 policías municipales débiles a 32 sólidas corporaciones de seguridad, más confiables, profesionales y eficaces", y homologadas en sus niveles de profesionalización, protocolos, equipamiento y tecnologías.
"El Estado debe ofrecerles un proyecto de vida y pagarles bien", dijo Peña Nieto en su discurso en Palacio Nacional, acompañado por representantes de los tres poderes del Estado, de la sociedad civil y empresarios.
En virtud de que dicha medida supondrá un "enorme reto" presupuestario, explicó que en una primera etapa se dará prioridad a cuatro estados que presentan una mayor debilidad institucional: Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas.
El mandatario anunció otra reforma constitucional para combatir la infiltración del crimen organizado en los ayuntamientos del país y una más para definir la competencia de cada autoridad en el combate al delito.
Peña Nieto enfrenta la crisis más grave desde que asumió el poder por el caso de los normalistas desaparecidos, que evidenció la infiltración del crimen en las policías y autoridades municipales.
Además, ayer mismo se confirmó el secuestro de 30 adolescentes en Cocula, Guerrero en hechos ocurridos el 17 de julio de 2014.