La risoterapia permite solucionar de una forma amigable los conflictos entre empleados.
¿Alguna vez imaginaste que hacer reír a tu equipo de trabajo podría alcanzar sus objetivos? Esa técnica compartió Marito Pino con los laguneros.
Con 12 años de experiencias en la risoterapia, este joven colombiano mostró que sin mucha inversión, solo risas y miradas, se puede lograr la unión de un equipo, que a su vez, permite la mejora de resultados. “La gente vive estresada, la risoterapia te ayuda a que se relaje para que tenga procesos de trabajo más creativos”, resaltó el también coach certificado por CoCrear Internacional.
Con experiencia
Marito ha aplicado esta técnica en más de 60 países, y aunque sólo habla cuatro idiomas, la risa ha sido su mejor aliado para estar al frente de grupos donde se hablan más de 20 idiomas. “La risa es un idioma universal, es muy poderoso, a eso no le gana nada”, destacó el Laughter Yoga Leader.
La risoterapia permite solucionar de una forma amigable los conflictos entre empleados y hasta contentar a clientes molestos. “En Bogotá, me tocó vivir una experiencia donde un grupo de gerentes casi se golpeaba durante una reunión, entonces hicimos una pequeña dinámica de risoterapia y después se estaban pidiendo perdón. La risoterapia te ayuda a tener mejores relaciones con la gente, a sentirte bien, a generar empatía. ¿A quién no le gusta reírse? Uno confía en la gente que se ríe”, relató Pino.
Con ‘la mejor onda’
El también fundador y director de la Fundación Narices Rojas, Colombia, comenzó a interesarse con mayor profundidad en la risoterapia, después de haber estado al borde de la muerte, por haber adquirido una bacteria degenerativa.
“El aprendizaje que me dejó esa experiencia es la única cosa que repetiría cien veces, fue como despertar con una bofetada de Dios. Desde entonces, me pregunto ¿si te murieras mañana, qué te gustaría hacer hoy? ¡Así es como trato de vivir en la mejor ‘onda’ posible!”, reconoció Marito.
La risa también le ha ayudado a este emprendedor social a obtener ganancias de redes sociales y marketing, ya que brinda asesoría a diferentes marcas para que generen buena interacción con sus seguidores o que su campaña publicitaria sea exitosa.
“En redes sociales, enseñamos a vender experiencias positivas, por lo general estamos ligados a experiencias negativas en todos lados. Lo que mostramos es una imagen más divertida y arriesgada de una empresa, marca o persona”, argumentó el experto.
La intención de Marito era estudiar Filosofía y Letras, sin embargo, al encontrarse con el mundo de la risa, comenzó a prepararse en diferentes partes del mundo, como en el Circo Can en Brasil y en la Escuela Encuentro Mágico, ubicada en Argentina, al igual que el Circo Criollo.
La entrega que ha tenido en su pasión le ha permitido vivir de la risa: “Reírme me da dinero, no es que me paguen por cada carcajada que haga, pero con cada carcajada que provoco, tengo un cliente. Hay que sacarle provecho a lo que Dios nos dio y no aprovecharnos”, finalizó con una gran sonrisa.
