A propósito de empresas
A propósito de empresas laguneras, las cuales crean fuentes de empleo y ponen en relieve el nombre de nuestra ciudad y comarca a nivel nacional. El equipo de futbol Santos Laguna es una empresa que genera una gran derrama económica en relación a restaurantes, hoteles, taxis, etc. Dado que es un equipo ya protagonista de primer nivel dentro del ámbito deportivo a nivel nacional e internacional. (En Sudamérica difícilmente saben de la ciudad de Torreón, sin embargo, me consta que identifican al equipo Santos como un referente deportivo de excelencia). El torneo de futbol es un escaparate más efectivo para promocionar nuestra región que la Secretaría de Turismo. Existen empresas laguneras de origen y actualmente son empresas foráneas (Soriana, etc.), donde la paternidad queda sólo para fines de la anécdota. La matriz o corporativo se instala fuera de la ciudad que la vio nacer. Por todo lo que significa una empresa instalada en nuestra región, que apuesta con su inversión y tiene la expectativa de seguir invirtiendo, estoy de acuerdo que se le favorezca con el pago del Predial. Seguramente un equipo de futbol de la calidad del nuestro, puede caber en cualquier otra ciudad. Pero los directivos creen en nuestra región, tan golpeada por hechos violentos. Recuerdo que la empresa cervecera, localizada en la calle 40 y bravo, solicitó en venta al Municipio el terreno por donde pasaba una calle, se le negó. Con un poco de sentido común, no sólo hubiera accedido el gobierno local a la pretensión de la empresa, se lo hubiera regalado. La enorme construcción que se pretendía junto con la creación de empleos hubiera justificado, por mucho, la entrega de una calle. Por lo que una empresa como el equipo de futbol Santos que amarra su suerte a nuestra región merece el beneficio de la condonación de su deuda al Municipio. (Si esa cantidad de dinero se le cobra al equipo y entra a las arcas municipales, ¿cuánto se destinará a obra pública?).
Siria D. Silva Vázquez
Torreón, Coahuila.
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¿Realismo o ficción?
Emociones encontradas me surgieron por los puntos de vista que emitió –coincidente en parte, con mi percepción– un experimentado catedrático de derechos humanos de la UNAM, sobradamente intelectual, que fue entrevistado en días pasados en una cadena internacional de noticias.
Me quedé perplejo porque el entrevistado opinó –aunque no de manera literal–, que los azotes de la guerra, la violencia y la delinciencia los ha provocado el Estado con toda intención para incrementar las utilidades de los grandes negocios personales, refiriéndose, supongo, a los consabidos moches, contratismo, asociaciones, sobornos, sobreprecios, tráfico de influencias etc. Mencionó también, como bien lo padecemos, que la sociedad civil está totalmente desprotegida y que con toda intención se le hace presa del miedo, porque así es con mayor facilidad manipulada, y que el descontrol e ingobernabilidad que se proyecta es aparente para los mismos fines de lucro, ya que en su perspectiva, la realidad es que el Estado controla cada centímetro cuadrado hasta la zona más recóndita del país.
Se infiere, por su teoría, que la fórmula es sencilla: a mayores gastos gubernamentales, es igual a mayores utilidades personales.
¿Realismo o ficción?
Francisco Benavides
Cuernavaca, Morelos.
