Cultura

Cambia la visión del compositor

El autor mexicano Javier Álvarez habla sobre la música en el programa Instrumenta Oaxaca 2014

Taller. El compositor Javier Álvarez impartió a jóvenes de diferentes partes de México el taller Instrumenta es el espacio ideal.

Taller. El compositor Javier Álvarez impartió a jóvenes de diferentes partes de México el taller Instrumenta es el espacio ideal.

YOHAN URIBE JIMÉNEZ

Llegar a un espacio de convivencia académica con una serie de ideas intangibles, y que a lo largo de dos semanas se tradujera en una obra, tallereada, ensayada y estrenada por un cuarteto de talla internacional, pasó de ser el sueño guajiro de una docena de jóvenes compositores mexicanos, a ser una apuesta fundamental en el programa Instrumenta Oaxaca 2014, que coordina el maestro Ignacio Toscano.

Para el reconocido compositor mexicano Javier Álvarez, quien este año fue el encargado de impartir a una docena de jóvenes de diferentes partes de México, el taller de composición, Instrumenta es el espacio ideal, para los nuevos compositores, porque además de que se tiene un lugar protegido donde se hacen diferentes actividades en torno a la música, se ha creado una comunidad de personas en torno a la música.

Sereno, con una gran paciencia y sentido del humor, el maestro Álvarez lo mismo hace observaciones sobre la obra de Daniel Ruiz o Dora Vera, integrantes del taller, que narra una divertida anécdota personal sobre su experiencia con la vida y con la música.

"Yo creo que un espacio como este, único en el país, puede cambiar la visión de cualquier joven compositor, primero porque sus obras tienen un marco de presentación, pero también porque además de dar a conocer sus obras, están llegando a otros músicos, sus interlocutores son músicos que potencialmente podrán tocar y promover su trabajo", comenta el músico que ha desarrollado una larga carrera tanto en el cine como con la música electroacústica.

El titular del taller recuerda como hace 35 años, el internacional Cuarteto Brodsky, invitado de lujo este año a Instrumenta Oaxaca, fue a un curso similar a Instrumenta en una escuela de verano en Inglaterra, y el maestro Álvarez, alumno de Mario Lavista, era en ese entonces uno de los jóvenes invitados que buscaba abrir brecha en el camino de la música.

"Después de ese curso, además de intercambiar conocimientos, establecimos una red afectiva, y a lo largo de estos años yo les he escrito tres o cuatro obras que han tocado e incluso estrenado en mi propio país, ese tipo de situaciones que van más allá de la música misma, es lo que representa para los jóvenes, un espacio como el que aquí se realiza", y vuelve a recalcar, único en el país.

Álvarez explica que otro valor agregado del encuentro y el taller de composición, es que los participantes se pueden llevar su obra como un documento ya terminado, que sirve incluso para promover la música contemporánea, para escuchar a otros, enviar la música a concursos, y tener un panorama de qué es lo que están creando jóvenes en otras partes del país.

BUSCANDO IDENTIDAD

Haciendo una analogía con la literatura, el compositor mexicano explica que la música contemporánea mexicana, independiente a las experimentaciones e influencias globales, sí tiene un color y una textura, sólo que no se conoce en México.

"Cuando hablamos de escritores mexicanos, inmediatamente se vienen a la mente nombres como los de Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, es decir, los grandes escritores de México, y en el mundo de la composición también tenemos a los grandes referentes del país, lo que pasa es que no los conocemos. Ahora si bien, somos un país que no lee, también somos un país que no escucha".

Aunque considera que el público, como entidad maleable y variable, en abstracto, puede que busque programas complacientes, si está dispuesto a escuchar nuevas propuestas que se les presente. Puede disfrutar otras cosas; y recalca que lo que hace falta es presentarle aspectos diferentes de la obra, contarles el contexto, ya que no se les acerca en la sala ninguna herramienta, en cierta medida porque el protocolo no ayuda.

"No se habla lo suficiente de los compositores, algunos se atreven a decir unas pocas palabras al público, por lo general muy poco interesantes, como por ejemplo el año de la composición de la obra, pero no cuentan los aspectos interesantes de la obra, no señalan la parte emotiva que pueda generar una expectativa, o una señal en el camino del público, no digas con la música contemporánea, incluso con las mismas obras del siglo XX que en nuestro país a un resultan difíciles de entender".

El maestro explica que es un error tratar al público como niño, ya que si todos los inviernos se le presenta determinada obra (por ejemplo Carmina Burana), terminará por asumir, que como son los especialistas los que programan, eso es lo que hay que escuchar en invierno, pero que si por ejemplo se empiezan a programar nuevas obras, el público, como en literatura, estará dispuesto a escuchar nuevas cosas.

"Hay que presentar música más cercana a nuestros días, a nuestra realidad, más cercana al rock, al jazz, a las manifestaciones populares, y sobre todo que habla de cosas que nos interesan hoy, siguiendo con el ejemplo, Carmina Burana fue escrita por un señor que simpatizaba con los nazis, y habla de una serie de imágenes que nada tiene que ver con nosotros, pero eso es una falta de interés de los directores, en México sólo a tres directores les interesa la música contemporánea, los demás son músicos pero no tienen una visión de quehacer musical".

Javier Álvarez explica en la música contemporánea, que existe una gran variedad, desde obras que tienen un corte más minimalista, hasta fusiones cercanas al jazz, electroacústica y demás, porque una vez que el público reconoce algo cercano, puede ser inducido a cosas más complejas y clásicas.

Durante su charla, el compositor mexicano recomendó explorar formatos alternativos de presentación de obras. Pensar en que el frack de los músicos es un lenguaje, en este caso de vestuario, que ya no es cercano para el público, mucho menos para los jóvenes.

Gran personaje

El compositor mexicano Javier Álvarez Fuentes es conocido por la creación de obras que combinan una variedad de estilos y tradiciones que a menudo utilizan instrumentos inusuales y nuevas tecnologías musicales internacionales.

De acuerdo con el compositor John Adams, "La música de Javier Álvarez revela influencias de las culturas populares que van más allá de las fronteras de nuestro propio tiempo y lugar". Álvarez es uno de los compositores mexicanos más conocidos de su generación y muchas de las obras en su prolífica obra combina la tecnología de la música con diversos instrumentos e influencias de todo el mundo. Autor de un innumerable repertorio, ha grabado discos con diferentes casas, ha hecho música para cine y su obra es reseñada por los críticos internacionales más importantes.

Estudió clarinete y composición con Mario Lavista antes de mudarse a los Estados Unidos a principios de 1980 y, posteriormente, a Gran Bretaña, donde asistió a la Royal College of Music y la City University de Londres. Sus primeras obras electroacústicas datan de esta época, como Temazcal (1984). En este clásico contemporáneo, Álvarez enfrenta inesperadamente un par de maracas contra un complejo contexto electroacústica.

Participantes. Jóvenes compositores estuvieron presentes en el programa Instrumenta Oaxaca 2014.
Participantes. Jóvenes compositores estuvieron presentes en el programa Instrumenta Oaxaca 2014.

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Escrito en: programa Instrumenta Oaxaca 2014 Javier Álvarez

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