Observamos que todo el País arde,
y no es metáfora, sino de modo literal;
queman el Congreso de Guerrero en la tarde,
y por la mañana, la puerta de Palacio Nacional.
Bloqueos,manifestaciones y protestas,
a lo largo y ancho de la República Mexicana,
cierran calles y plazas; acciones son éstas,
que reflejan la inconformidad ciudadana.
La gente está harta, y enojada grita ¡BASTA!,
toma plazas, edificios, escuelas y camiones;
de su protesta se aprovecha el vandalismo.
En esta forma, deja ver bien la pasta
de que está hecha, y también las razones
de su desaliento y de su negro pesimismo.
¡Alto a la violencia y que retorne la paz!
es el grito unánime que escapa de la multitud,
pues ve con pena que el País está en llamas;
y que el caos social se viene como un alud,
muertes, secuestros, disparos: no quiere más;
pide que las autoridades actúen con rectitud,
para que no la alcance de la lumbre, las flamas.
Quiere trabajar, estudiar y ser productiva,
con paz, respeto y garantía de su libertad,
ayudar al País y su gente, mientras viva,
¡para sacarlo del pozo donde ahora está!