No ha cumplido un mes desde que arrancó el esquema de acopio del frijol y ya empezaron los problemas: las acopiadoras no están recibiendo grano porque no han abierto sus puertas y las que lo han hecho están pagando el grano 15 días después, no en ocho como está estipulado en las normas de operación.
Andrés Fernández, presidente del Sistema Producto Frijol, reconoció que empezaron los problemas, "si dejamos a estas acopiadoras hacer lo que quieran desde ahora, volverán a hacer lo que quieran con el productor", dijo.
Ante ello, hizo un llamado a las contralorías sociales que se instalaron en cada uno de los municipios frijoleros para que apoyen a los trabajadores del campo, que acudan hasta donde están abiertas las acopiadoras y verifiquen lo que está sucediendo, pero no sólo eso, sino que lo denuncien.
El dirigente frijolero señaló que son muy pocas las empresas que ya abrieron las puertas por lo que, de entrada, el productor batalla para conseguir dónde ir a vender su grano.
Segundo, cuando llega y entrega el frijol, las reglas de operación establecen ocho días hábiles para el pago del grano a ocho pesos el kilo; sin embargo las empresas les piden a los campesinos que se les den un plazo de 15 días para pagarles el frijol o que se lo lleven.
"El productor que hace, las demás acopiadoras no han abierto sus puertas. Entonces, ¿adónde lo lleva? No le queda más que dejarlo ahí y esperar los 15 días para ver si les pagan o de plano, llevárselo de regreso y venderlo a los 'coyotes'", comentó Andrés Fernández.