Es importante no dejar sin vigilancia los calentadores, pues pueden ser la causa de accidentes fatales. (IMAGEN TOMADA DE INTERNET)
En estos días de temperaturas frías, es común el uso de calentadores o anafres en el interior de los domicilios para crear un ambiente caluroso que proteja del ambiente, sin embargo su mala utilización puede provocar intoxicaciones por monóxido de carbono, un producto de la combustión incompleta de hidrocarburos.
Algunos calentadores modernos cuentan con sistemas que miden el nivel de oxígeno presente en el ambiente y si notan que este no es el indicado, se apagan automáticamente, sin embargo la mayoría no cuentan con este sistema, por lo que, si se descuidan, pueden provocar accidentes fatales.
LAS SEÑALES
Si por alguna razón usted tiene un calentador en casa, lo ha descuidado y usted o alguno de los miembros de su familia presenta síntomas como dolor de cabeza, debilidad, mareos, naúsea y vómito, latidos rápidos del corazón, falta de aliento, desorientación, visión borrosa, pérdida de audición o problemas respiratorios, debe buscar asistencia médica y en el momento actuar rápidamente, pues pueden ser señales de una intoxicación por monóxido de carbono.
QUÉ HACER
La intoxicación por monóxido de carbono proveniente de calentadores o anafres puede provocar fallo respiratorio, pérdida de la conciencia y coma, e incluso la muerte.
Si usted o alguno de los miembros de su familia presenta los síntomas mencionados debe abandonar el lugar donde estaba rápidamente, respirar aire puro y apagar la fuente de donde proviene el monóxido pero cuidando que sea seguro acercarse a esta.
Lo más pronto posible, debe solicitar asistencia médica, en particular si la situación pone en riesgo la vida de la persona intoxicada, en este caso y en especial si el afectado no respira debe iniciar la resucitación cardiopulmonar hasta que consiga volver su ciclo respiratorio a lo más normal posible.
Si la persona intoxicada tiene que ser hospitalizada por la gravedad de la situación, lo que proseguirá será incluir una terapia con oxígeno, realizar exámenes de sangre y rayos X del pecho, así como una evaluación cardíaca y neurológica.