Onda gélida. De acuerdo con las autoridades Búfalo será la zona más afectada por la tormenta invernal. (EFE)
Una feroz tormenta de nieve depositó casi dos metros (6 pies) de nieve en zonas cercanas a la ciudad de Buffalo, lo que dejó a personas atrapadas en sus casas y a conductores en carreteras.
Se espera que otra tormenta en camino genere casi un metro de nieve (2-3 pies).
Hasta los habitantes de Buffalo, acostumbrados al clima gélido, fueron sorprendidos por la tempranera tormenta cuyo fin se pronosticaba para el miércoles por la tarde. La tormenta fue tan rápida y copiosa que dejó atrapados a más de 120 vehículos en un tramo de 212 kilómetros (132 millas) en la autopista interestatal en el occidente del estado de Nueva York, que el miércoles continuaba cerrada.
La nieve cayó por el techo de una casa con tanta fuerza que rompió la puerta trasera y llenó de nieve una habitación. "Fue un golpe muy duro. Todos echamos a correr allá, creímos que el techo se había derrumbado", dijo Chrissy Gritzke Hazard, quien se encontraba en casa con su esposo, sus cinco hijos y tres hijos de amigos el martes. "No creímos que las puertas, incluido el marco, caerían dentro de la casa".
La tormenta se desvió ligeramente ayer miércoles por la mañana en dirección hacia los suburbios al norte de Buffalo, lo que dio algo de alivio a las áreas más afectadas, pero meteorólogos anticipaban que una segunda tormenta podría dejar más de medio metro (2 pies) de nieve el jueves.
El clima gélido envolvió a todo Estados Unidos el martes, provocando temperaturas bajas que suelen presentarse en enero y no en noviembre. Los poderosos vientos y los caminos congelados causaron accidentes, cierre de escuelas y retrasos en trabajos municipales desde el centro del país hasta el sur, incluso donde las nevadas eran escasas o nulas.
Se dijo que la tormenta había causado la muerte de cinco personas en Nueva York, tres de ellas por ataques cardiacos. Autoridades del condado Erie informaron que un hombre de 46 años fue hallado ayer miércoles en su auto, que cayó en una zanja y fue sepultado por la nieve en el pueblo de Alden, que se ubica a 38 kilómetros (24 millas) al oriente de Buffalo. Se desconoce cómo murió.
Se informó que en Michigan y Nueva Hampshire hubo otras dos muertes.
"Hemos estado intentando salir de nuestra casa, y tuvimos suerte de poder retirar la nieve con una pala para poder abrir la puerta", dijo Linda Oakley, de Buffalo. "Estamos pensado que en caso de emergencia al menos podremos llegar a la puerta. No podemos ir más allá".
De altura podrá alcanzar la nueva tormenta.
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