Siglo Nuevo

Revisitando una Odisea moderna: París, Texas

A 30 años de la entrada triunfal de Wim Wenders en la historia del cine

Revisitando una Odisea moderna: París, Texas

Revisitando una Odisea moderna: París, Texas

Miguel Báez Durán

Con su largometraje París, Texas, el cineasta alemán Wim Wenders alcanza la consagración, las alabanzas de la crítica y el premio internacional de mayor renombre en un festival cinematográfico. A tres décadas de su aparición, la cinta filmada en el sur de Estados Unidos no ha perdido ni un átomo de su contundencia. Esta Odisea moderna donde los silencios abundan les habla a los espectadores de la pérdida del amor, la desintegración de una familia y el periplo para lograr reunir a una madre con su hijo.

LA CARRERA DE WENDERS Y EL DESIERTO

Wim Wenders comienza su carrera fílmica durante los años setenta al lado de los precursores del entonces nuevo cine alemán -nombres hoy tan conocidos como Werner Herzog, Volker Schlöndorff y Rainer Werner Fassbinder. Nacido al final de la Segunda Guerra Mundial, Wenders ha sido también durante décadas un referente ineludible de la cinematografía alemana; pero que presenta grandes influencias de la cultura estadounidense. Además, un especialista en road movies, ángeles y soledad. Sin embargo, desde el cambio de milenio el realizador se encuentra de capa caída. Esto, claro, si únicamente se toma en cuenta su filmografía de ficción. Quién se acuerda ya, por ejemplo, de El hotel del millón de dólares o de Don’t Come Knocking. Aunque no podría afirmarse lo mismo de concentrarse el análisis en su cine documental. Ahí sí ha logrado triunfos contundentes. En especial, Buena Vista Social Club y Pina. Dato este último que tal vez no debería de preocupar tanto a la crítica luego de legados en el campo de la ficción de la altura de Alicia en las ciudades, El amigo americano, Las alas del deseo, Tan lejos y tan cerca y, por supuesto, París, Texas (1984).

La toma abre en una tierra inhóspita y seca. Un hombre camina por el desierto del sur de Texas. La cachucha roja contrasta por completo con el traje. Aunque no en lo traqueteado ni en lo polvoso de esas prendas. Cuando se le acaba el agua busca un poco más sin éxito. Apenas llega a un bar en medio de la nada, se hace de hielo. Se lo mete en montón a la boca, lo mastica y el contraste entre el calor y el frío le provoca un desmayo fulminante. Un médico alemán lo atiende y pronto se percata de que el desconocido no habla. Pero no tanto por un impedimento físico. Se trata de un trauma cuyas consecuencias han durado ya cuatro años. Escrita por el dramaturgo estadounidense Sam Shepard, la trama de París, Texas nos presenta a Travis (Harry Dean Stanton), aquel hombre de mediana edad tan flaco como don Quijote que emerge del desierto tras años de ausencia para volver a la casa de su hermano Walt (Dean Stockwell), a recuperar el cariño del hijo abandonado, Hunter (Hunter Carson), y tratar de localizar a Jean (Nastassja Kinski), la joven madre también desaparecida.

ROAD MOVIE POR PARTIDA DOBLE

En París, Texas el héroe emprende dos viajes. El primero comienza cuando su hermano Walt se presenta en el poblado donde vive el médico alemán para conducirlo de vuelta a la civilización. En el largo trayecto a Los Ángeles -largo porque Travis se rehúsa a tomar un avión- le hablará con foto maltratada en mano del poblado de París en Texas. Este se torna tanto utopía como pedazo de tierra donde Travis y Jean pudieron haber sido felices. Además el hombre lo establece como su punto de origen, el sitio en el que quizás fue concebido por sus padres.

En Los Ángeles, dentro de la casa de Walt y Anne (Aurore Clément), Travis recuperará a su hijo. Asimismo, los recuerdos reprimidos por el dolor. El proyector de películas súper 8 se transforma en máquina reconstructora de la memoria mientras Hunter descubre cuánto amó su verdadero padre a su verdadera madre. De igual forma Travis recibirá lecciones de la sirvienta mexicana para vestirse y comportarse como un padre de verdad cuando vaya a recoger al niño a la escuela. En ese momento Hunter aceptará que el desconocido que emergió del desierto es su padre y tratará de explicarle a su compañero de la escuela por qué tiene dos en lugar de uno. Buena suerte, concluirá el niño con toda su inocencia.

La segunda road movie se da cuando una estratagema ideada por Anne para ahuyentar a Travis de su casa salga muy mal y padre e hijo decidan dejarlo todo e ir a buscar a Jean a Houston. La aventura del camino de vuelta a Texas reforzará los lazos entre Hunter y su padre. Sin embargo, una vez habiéndola encontrado en un autobanco, Jean no será una Penélope renuente a aceptar a alguno de los muchos hombres que la cortejan. Al contrario. Tal vez el único toque surrealista del filme lo da este paraíso de voyeurs donde los mirones penetran cortinas para entrar a cubículos temáticos especiales para ellos. Ahí mismo, según le informa Jean a Travis sin saber quién es en realidad, las mujeres “sólo hablan” con los clientes. Dentro de ese lugar, el protagonista revivirá los celos enfermizos que en el pasado carcomieron las bases de la relación con la mujer.

ESTADOS UNIDOS SIN EL FILTRO DE HOLLYWOOD

Siendo un drama cuya médula se conforma de emociones, el ritmo pausado de la cinta no hace más que contribuir a la compenetración entre personaje y espectador. Estas situaciones dentro de las cuales se toca el tema de la familia podrían prestarse a la cursilería tan característica del cine hollywoodense. Sin embargo, con Wenders, un director de origen europeo a la cabeza del proyecto, los protagonistas son individuos tranquilos que, bajo sus caras poco expresivas, ocultan un dolor silencioso y capaz de conmover al espectador con mayor eficacia que cualquier histerismo lacrimógeno. Las cuerdas de la guitarra a cargo de Ry Cooder insuflan de melancolía un trauma atenuado por el mutismo inicial de Travis. Poco a poco el héroe se abrirá al diálogo. Pero se rehusará a hablar sobre los motivos de su desaparición.

La cultura estadounidense -los rascacielos de cristal de la urbe texana, los murales con la estatua de la libertad robando el foco de atención y hasta los muñecos de La guerra de las galaxias como juguetes de Hunter- se cristaliza en imágenes y símbolos. No es esta, empero, la cultura de la estrella hollywoodense o la gente bonita tan bien retratada por ese imponente centro de poder. Tales imágenes sólo se hallarán en los espectaculares de Walt. Aquí no hay más que un hombre que vaga sin posesiones, un niño bajo el cuidado de sus tíos y una mujer que se dedica a ocupaciones de dudosa moralidad para sobrevivir y mandarle algo de dinero al hijo abandonado.

El cinefotógrafo Robby Müller cubre con su cámara espacios de grandes dimensiones: los paisajes desérticos, el cielo de Los Ángeles, los edificios de Houston. De igual forma se resalta el color rojo, presente en la gorra de Travis, en la camisa de Hunter y en el auto de Jean. Con ello quizás se indica la unión implícita de tres personas separadas por un secreto que no se conoce hasta un largo desenlace: esa hermosa escena final, de más o menos veinte minutos, posee una carga emotiva indiscutible e inolvidable. Los secretos por fin quedan develados en esta historia de amor loco entre un hombre de mediana edad y una jovencita. Finalmente Travis podrá expiar la culpa de haber provocado la separación entre Jean y Hunter. Y a lo lejos los observará para luego continuar su camino y quizás volver a la nada de la que vino.

París, Texas fue merecedora de la Palma de Oro en el festival internacional de Cannes en 1984. Treinta años después de este logro tal vez insuperable, Wim Wenders decide retomar el cine de ficción y rueda en Quebec Every Thing Will Be Fine (2014). Ya se verá el resultado cuando la película se distribuya y se sabrá si quizá esta pausa dedicada a los documentales le ha beneficiado al alemán para hacer un regreso interesante a los linderos de la irrealidad.

Twitter: @mbaezduran

Revisitando una Odisea moderna: París, Texas
Revisitando una Odisea moderna: París, Texas
Revisitando una Odisea moderna: París, Texas
Revisitando una Odisea moderna: París, Texas
Revisitando una Odisea moderna: París, Texas
Revisitando una Odisea moderna: París, Texas

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Revisitando una Odisea moderna: París, Texas

Clasificados

ID: 1055308

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx