Recuerdos. El señor Jesús Medellín, relojero del Mercado Juárez, asegura que los nuevos tiempos son un 'reto' para su negocio.
Jesús Medellín observa el paso de las personas y del tiempo en un pequeño local del interior del Mercado Juárez de Torreón, desde hace 28 años se encarga de arreglar relojes de toda clase y de cualquier marca en su local "La Pequeña".
El señor Medellín asegura que sus mejores días como "especialista de relojes" pasaron hace ocho años, época en la que llegaba a tener hasta diez trabajos diarios y la remuneración era de "buena a excelente".
Sin embargo, los cambios tecnológicos y el avance de la era de los teléfonos inteligentes fue comiendo terreno a sus actividades tradicionales, a tal grado que actualmente registra solamente un promedio de 15 trabajos a la semana, algunos con pagos menores a los 25 pesos.
"Los nuevos teléfonos han perjudicado mucho el negocio, antes era muy común ver que te comprabas el reloj de moda y lo llevabas en la muñeca, ahora la hora se puede ver en los mismos teléfonos, traen cronómetros, calendarios y calculadoras... antes sólo los relojes digitales de lujo tenían esas funciones".
El señor Medellín recuerda que, en cuestión de reparaciones de relojes, existían pocas personas que podían realizarlas con calidad y hasta garantías.
Sin embargo, el avance de la tecnología en general le ha representado un "nuevo reto" para seguir adelante.
"Ya en los últimos años me he topado con piezas que traen GPS, que traen bocinas y pantallas led... uno trata de seguirle el paso a todas esas cosas, pero es difícil".
A pesar de las dificultades, el propietario de la relojería "La Pequeña" no pierde la paciencia, con calma espera a que llegue el próximo cliente y que así pueda seguir haciendo lo que mejor sabe.
"Tengo confianza de que todo esto va a mejorar, tener un reloj bonito siempre va a ser algo actual.. y ahí espero estar yo, arreglando cualquier falla", dice el señor Medellín.
