EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

¿Cuál es el justo medio?

Addenda

GERMÁN FROTO Y MADARIAGA

De pronto me vi envuelto en una discusión que, en principio, me parecía ajena. Ignoraba el tema y no tenía experiencia que aportar.

La cuestión era: ¿Cómo se debe educar a los hijos?

Unos opinaban que había que tratar de darles lo que nosotros no tuvimos. Otros decían que eso los echaría a perder. Otros más que debería de educárseles con limitaciones, para que no se perdieran.

Sé que los tiempos que corren son difíciles y más se van a poner, porque los avances tecnológicos y la desinhibición del mundo es cada vez mayor.

Pero además, teóricamente, cada hijo es distinto y no se les puede tratar igual.

A unos hay que darles sólo amor, a otros consejos, a otro más un par de nalgadas y no es maltrato, porque así nos educaron y nada nos pasó.

Además, el mundo de los niños, hoy es muy distinto al nuestro. Nosotros jugábamos al bote pateado y al belit, hasta altas horas de la noche, y ahora los niños no sueltan la tableta y juegan en solitario adentro de sus casas.

Esa es una preocupación adicional. Antes no pasaba de que te encontraran un "ja- ja" o a lo más, en el colmo del delirio, un "Play boy" y ahora, toda la información del mundo está a su alcance con sólo apretar un botón y junto con ella viene un montón de basura que envenena sus mentes.

La colección de libros: "El tesoro de la juventud", es nada para los niños de hoy. Ya no les interesan las historias de Mobi Dic, o Sandokan, ni Mogli ni aquellas lecturas que nos hicieron soñar. Ahora ellos sueñan en tercera dimensión y ven historias virtuales, que no dejan nada a la imaginación.

Creo que a los hijos hay que educarlos con un poco de hambre y un poco de frío. Que no anden desbocados por la vida, gastando dinero que no se han ganado y comprando caprichos. Que tengan cosas en deseo, aunque nunca las lleguen a tener.

Hay que mostrarles que hay otros mundos y no todo es tener, simplemente tener. Ni que el más popular es el que más tiene.

Que hay un mundo del ser, donde privan las ideas y el mejoramiento del espíritu.

Que el hombre vale por lo que es y no por lo que tiene y que todos son poseedores de una dignidad que hay que respetar.

Que vale más diez minutos de plática con un buen amigo, que miles de amigos virtuales a los que jamás les ves las caras.

Que a tus padres puedes contarles lo que te pasa con toda confianza y que nadie como ellos te podrán aconsejar. Que el valor de la familia está por encima de todo.

Así como gozamos por sentirnos rodeados de personas nuevas que están llegando a este mundo, debemos saber que tenemos una responsabilidad compartida para educarlos. Que Santiago, Miguel, Franco, Bárbara, Sofía y Paola no se van a educar solos, que necesitan orientación y buenos ejemplos, porque no sólo se educa con la palabra.

Debemos estar conscientes de que los hijos no son nuestros, son hijos del mundo y hay que formarlos para que influyan buenamente en él.

Tenemos, por tanto, una grave responsabilidad y debemos cumplir con ella.

Por lo demás: "Hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te guarde en la palma de Su mano".

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1053199

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx