Iraizoz Fernández expuso que 'los minerales son tan importantes que cada individuo necesita 22.6 toneladas anuales para cubrir sus necesidades en construcción, energía, alimentación, joyería y máquinas eléctricas'. (ARCHIVO)
José María Iraizoz Fernández, director del Departamento de Ingeniería Geológica y Minera de la Universidad de Castilla-La Mancha, España, explicó que cada individuo necesita más de 22 toneladas de minerales al año.
El experto, de visita en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), impartió la conferencia "Propuesta de implantación de un sistema de minería sostenible en nuevos proyectos mineros a gran escala".
En su intervención, Iraizoz Fernández expuso que "los minerales son tan importantes que cada individuo necesita 22.6 toneladas anuales para cubrir sus necesidades en construcción, energía, alimentación, joyería y máquinas eléctricas".
"Si partimos de un promedio de vida de 80 años, cada persona consumirá 1,810 toneladas a lo largo de su existencia, según datos de la ONU", explicó el experto en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
"Los derivados de esta actividad (minera) son comunes en lo cotidiano, ya sea en actividades agrícolas, artículos de belleza, petroquímica, bolsas de plástico y prendas de vestir", señaló.
Refirió que para obtener 25 metros cúbicos de mineral se deben desplazar varias toneladas de tierra.
"En megaproyectos es más frecuente recurrir a alternativas superficiales que subterráneas, en parte por los gastos, pero sobre todo por las ganancias que representa para los empresarios", apuntó.
Iraizoz Fernández explicó que no todas las actividades mineras en el mundo son reportadas ya que se calcula que "dos millones de individuos participan en trabajos no controlados, principalmente en Ecuador, Perú, Brasil y Sudáfrica".
En el mismo foro, Leticia Silva Ontiveros, del posgrado de Geografía de la UNAM, dijo que "sin importar cómo se practique", la minería genera impactos severos en el ambiente, situación que preocupa porque México tiene de las leyes más laxas del mundo.
