El sexo vs las calorías

Las relaciones sexuales son vistas como un acto de fines reproductivos y recreativos; jugar, tocar y besar a la pareja se vuelve un manjar para todo individuo que lo practica, también es notoria la sudoración y la agitación que esto provoca, ¿podrá considerarse una manera de ejercitarse sanamente?

Mantener relaciones sexuales es para muchos una de las pocas acciones más placenteras y valiosas que puede realizar el hombre, un privilegio al que todos tienen acceso, pero que pocos satisfacen al cien por ciento. Enrolarse con una persona; tocar su cabello con detenimiento, rozar sus mejillas cada vez que se presente la oportunidad, besar su cuello despacio y cadenciosamente, recorrerla centímetro por centímetro, copular hasta el cansancio, uno, dos, tres, cuatro y hasta doce rounds como una pelea profesional de box, sudar, gemir, gritar, llorar, exclamar, son algunas de las muchas cosas que se pueden realizar mientras se copula, o como dicen los románticos: mientras se hace el amor.

UN EJERCICIO AERÓBICO

Salir a correr todas las mañanas mientras la fresca brisa otoñal acaricia el cuerpo puede ser una actividad interesante para ejercitarse; los pulmones se oxigenan, el cuerpo se suelta y se mantiene en buen estado, el ejercicio matutino elimina las calorías de sobra.

Imagine si se sumara todo lo anterior a un encuentro sexual por la mañana. ¡Sería la combinación perfecta!

Si tan sólo despertar, voltear hacia su pareja, dejarse llevar por el impulso matutino y enloquecer los sentidos como primera acción del día, es de por sí algo recomendable para mejorar el estado de ánimo y para ejercitar el cuerpo, aunado a una actividad como trotar o nadar, puede ser un gran complemento para llevar una vida saludable.

Según un estudio realizado por la Universidad de Montreal, los hombres en promedio gastan cien calorías al copular, esto si se toma un tiempo promedio de 25 minutos, que abarca desde el juego previo hasta el punto cúspide de la relación. Para las mujeres, por otra parte, el promedio es de 69 calorías quemadas. De esto se infiere que si se adicionara una actividad deportiva, como correr el mismo tiempo que la duración de la relación sexual, entonces se podrían quemar un mínimo de 376 calorías al inicio del día. Un buen comienzo.

EL HÁBITO HACE AL MAESTRO Y DEPORTISTA

Ciertos segmentos de la sociedad tachan como promiscuas o libertinas a las personas que ejercen su sexualidad en incontables ocasiones y con diversas personas, no se toma en cuenta que mientras se haga con las debidas precauciones, el sexo está hecho para disfrutarse y gozarse, se podría decir que es el trato que el ser humano sella con la naturaleza, es el acto más rudimentario, instintivo y honesto que uno puede realizar.

En Memoria de mis putas tristes, Gabriel García Márquez dice que el sexo es el consuelo que uno se da cuando no alcanza el amor, y más que una frase moralina o romántica, se puede entender que el sexo también funciona como una especie de tregua entre dos entes que no necesariamente tienen que amarse para disfrutar de sus cuerpos. Aquí es cuando subyace el cuestionamiento: ¿Puede tomarse como una manera formal para ejercitarse?

Si bien la mayoría de las personas no lo practican con ese fin, no cabe duda que se puede tomar en cuenta como factor antes de hacerlo; además de gozar, experimentar y sucumbir ante los encantos del orgasmo, también se puede ejercitar el cuerpo y, si la práctica es mucha, hasta volverse un profesional en la materia.

MODUS OPERANDI

La monotonía es uno de los factores a eliminar para que una relación sexual sea más efectiva, las partes involucradas deben tener imaginación para que todos salgan satisfechos y atolondrados por el avasallador orgasmo.

Si alguien está indeciso sobre qué ejercicio realizar para evitar la oxidación del cuerpo, y si ya está considerando al acto amatorio como una opción viable, entonces también se deben considerar las posiciones, entre más movimiento haya en la pareja, más calorías se van a quemar y seguramente más placentera resultará la relación; desde usar el cuerpo como campo de expedición, arrastrarse y explorarlo como misionero, dominar como se le hace a un canino, o hacer malabares como si fuera un balero o un helicóptero, en fin, las opciones son muchas, la imaginación es muy amplia y las calorías, que como buenas pirómanas esperan por ser incineradas, son un buen pretexto para dejar las ataduras de lado, y convertirse en los deportistas que siempre han querido ser.

Nunca se sabe, quizá algún día el sexo se puede convertir en un deporte olímpico o por lo menos una seria alternativa para bajar de peso y estar saludables.

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