43 jóvenes estudiantes normalistas
han desaparecido o fueron asesinados;
sucedió en Iguala, Estado de Guerrero.
Afirman que tienen algunas pistas,
pero no han sido encontrados:
eso es lo único cierto y verdadero.
Los responsables, se dice, son policías
de la calurosa e histórica ciudad de Iguala,
cuna de la Patria y de nuestra Bandera;
su historia fue manchada estos días
por perversas y criminales balas
contra acción estudiantil callejera.
El Plan de Iguala se firmó allí,
y de él nació el Ejército Trigarante,
factores claves de la Independencia;
la barbarie suplió a la inteligencia:
hoy mandan los narcotraficantes
con quienes, dicen, entregaron a los estudiantes;
orden, educación y cultura se han perdido así.
Que aparezcan con vida los futuros maestros,
a responsables se les imponga castigo severo;
es lo que reclama y exige este pueblo nuestro
que la autoridad no actúe impunemente:
¡es la gran oportunidad, real y justamente,
del Gobierno federal y de Aguirre Rivero!