Aunque el caso de los normalistas desaparecidos de Guerrero provoca tristeza entre las familias de las Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec), también les brinda esperanza de que las autoridades puedan voltear sus ojos para atender sus casos.
"Para nosotros es una luz de esperanza al dar tanta relevancia a esto (en el que) que nosotras estamos metidas desde hace años", comenta María Elena Salazar, miembro de Fuundec Laguna.
La madre de familia comenta que hace seis o siete años los casos de sus hijos eran considerados aislados pese a que eran "tantísimos, quizá muchos más que los 43 desaparecidos, no por menospreciar a los estudiantes, esto nos ayuda para que más gente en dado momento, voltee a vernos".
Las madres de Fuundec también comparten el dolor de las mamás de los normalistas desaparecidos de Guerrero, "porque nuestros hijos también eran estudiantes o recién egresados con sueños e ilusiones de salir adelante como esos muchachos", dice María Elena.
Aunque un poco tarde, confía en que puedan alcanzar el objetivo que han esperado por años, "el de encontrar a nuestros hijos".
Salazar dice que no deseaban que pasara el caso de estudiantes de Ayotzinapa para que las autoridades pudieran retomar los casos de sus desaparecidos, "y no queremos que siga pasando (…) tenemos que parar eso", recalca.
Asimismo, hace un llamado a las autoridades a que se esfuercen un poco más, que sigan trabajando para dar con el paradero tanto de los estudiantes de Guerrero como de Coahuila y Durango y de todos aquellos que aún no han regresado a casa.