Autoridades federales arrestaron a un hombre que según ellos admitió haber derribado con su automóvil un controversial monumento a los Diez Mandamientos en las afueras del edificio del Capitolio en Oklahoma City, destruyéndolo.
El agente del servicio Secreto David Allison dijo que el hombre fue detenido el viernes tras presentarse en un edificio federal en Oklahoma City, divagando y haciendo comentarios despectivos sobre el presidente Barack Obama.
Allison dijo que el hombre admitió haber destruido el monumento y agregó que Satanás le ordenó hacerlo.
El monumento de 1.8 metros fue erigido en el 2012 con aprobación de la legislatura de Oklahoma, dominada por los conservadores. El capítulo de Oklahoma de la Unión Americana de Libertades Civiles había presentado una demanda para que se retirase el monumento señalando que violaba la constitución del estado y podía ser considerado un respaldo a una religión específica.
La gobernadora Mary Fallin llamó al acto un hecho "horrible" de vandalismo y se ofreció a recaudar fondos para su restauración.
Otros grupos han pedido erigir sus propios monumentos, incluyendo un grupo satánico que quiere colocar una estatua de 2,1 metros de Satanás.
