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Los desaparecidos

GILBERTO SERNA

Se ignora qué pasó con ellos. En principio se creyó que se encontraban muertos y enterrados. Luego que siempre no. Que fueron entregados por policías a malosos que los desaparecieron con un destino incierto. Total no se ha vuelto a saber de su paradero. Los esfuerzos han sido colosales por parte de las autoridades sin que su búsqueda haya dado resultados fructíferos. Los familiares exigen que las autoridades se los devuelvan sanos y salvos. El gobierno no los encuentra a pesar de los esfuerzos que realiza en ese sentido, manifestando su preocupación por la suerte que pudieran haber corrido. Se recibe el apoyo de gobiernos extranjeros que se unen a la exigencia de que los jóvenes sean liberados ilesos y puedan regresar a sus hogares. No sé qué vendrá más adelante. Lástima de no tener dotes de taumaturgo.

Tampoco poseo el don de la clarividencia utilizando una bandeja de cobre como decían hacía Nostradamus. Pero hay algo en que todos coincidimos. Ha pasado largo tiempo desde que desgraciadamente los desaparecieron sin dejar huella de qué les sucedió ¿adónde los llevaron, quiénes los levantaron?, por qué motivo fueran desviados?, cuya interrogación nos pinta un panorama nada halagüeño. Quizá necesitaríamos la ayuda del famoso detective Sherlock Holmes y su método de deducción, o de perdida a James Bond que llegaría en su automóvil Bentley a jugar golf con su rival Gold Fingers. Personajes de novela que aun siendo de ficción, de algo servirían.

A lo que sabemos es que Sherlock usaba un sombrero de dos viseras, una sobre el cuello y la otra sobre la nuca, así como dos orejeras, lo que hacía lucir de manera peculiar al detective. Lo chusco del asunto es que la vestimenta correspondía a un cazador de venados lo que en realidad fue una ocurrencia del dihujante que en esos tiempos ilustraba a los personajes de una novela. La realidad es que tomó como modelo un sombrero de cazador de ciervos: no obstante pasaría en adelante como sombrero habitual del detective que junto a una pipa y la lupa se constituyeron en parte indiscutible de la vestimenta de un detective. Regresemos al caso que nos ocupa.

En fin, lo terrible es que hayan tomado la decisión de esconderlos para siempre en el fondo del mar. Es la sepultura ideal para gente que ha demostrado carecer del más mínimo respeto por el ser humano guardándolos en el más recóndito lugar terráqueo. Ahí en medio de toneladas de líquido salado permanecerían por saecula saeculorum sin que hubiera esfuerzo humano capaz de recuperarlos. De otra manera no se encuentra una explicación lógica de por qué no se les ha encontrado, a pesar de los adelantos científicos con que se cuenta en estos tiempos modernos, Aunque esta teoría podía ser hecha añicos si alguien confiable señalara el lugar en que se encuentran y a continuación fueran hallados, aun con vida. Todo es posible.

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