En alerta. Un policía se dispone a colocar flores en el altar de ofrendas por el soldado asesinado. (EFE)
El hombre que atacó a un soldado canadiense era un "recién convertido" al Islam, estuvo preso por posesión de drogas y fue señalado por agentes de seguridad nacional como "viajero de alto riesgo", según reportes policiacos.
Michael Zehef-Bibeau, de 32 años, disparó la víspera contra un soldado en el centro de la capital canadiense y después abrió fuego dentro del Parlamento Federal, donde fue abatido por la policía.
El suceso sacudió al país, pues dos días antes otro atacante, también convertido al Islam, atropelló en Québec a dos soldados, matando a uno de ellos.
El atacante del Parlamento tenía antecedentes penales, ya que en 2004 estuvo preso 61 días por posesión de drogas y en 2011 fue acusado de robo. Por su parte, la madre del hombre acusado de matar a un soldado en un monumento a los héroes de guerra canadienses que luego entró al parlamento antes de caer abatido dijo que llora por las víctimas del tiroteo, no por su hijo.
En una breve llamada telefónica Susan Bibeau dijo que no sabía qué decirle a quienes resultaron heridos en el incidente.
"¿Puede explicarse algo así?", dijo. "Lo lamentamos". Los investigadores ofrecieron poca información sobre el atacante de Ottawa, identificado como Michael Zehaf-Bibeau, de 32 años y con un historial de crímenes menores.
La policía canadiense informó el jueves que un solo hombre perpetró el ataque terrorista, el segundo ataque en tres días, que el primer ministro calificó como acto terrorista.
Bibeau dijo que estaba devastada por los acontecimientos.
"Lloro por la gente", dijo, haciendo esfuerzo por contener el llanto. "No por mi hijo".
Bideau dijo que ella y su esposo habían enviado una carta donde expresan su tristeza ante lo sucedido.
"Estoy molesta con mi hijo", señala en la carta, donde explica que éste parecía perdido y "no encajaba en sitio alguno".
"Hablé con él la semana pasada durante un almuerzo, no lo había visto en más de cinco años", señala. "Así que tengo poco qué decir sobre él". El corazón de la capital canadiense estaba cerrado tras el ataque del miércoles y se temía que otros atacantes aún estuvieran sueltos. El oficial de la policía de Ottawa Marc Soucy dijo que la policía concluyó que hubo un solo atacante. El jefe de la policía, Charles Bordeleau, dijo a la Canadian Broadcasting Corp. que "ya no hay amenazas a la seguridad pública".
Los dos ataques mortales en tres días contra soldados canadienses conmocionaron a la población y avivaron el temor a que su país esté sufriendo represalias por sumarse a la campaña aérea liderada por Estados Unidos contra el grupo extremista Estado Islámico en Irak y Siria.
Autoridades del gobierno dijeron que el sargento Kevin Vickers, de 58 años, asignado al parlamento, fue el responsable de abatir al atacante justo afuera de un salón donde se reúne el primer ministro con los congresistas. Integrantes del parlamento dieron una ovación a Vickers por salvar sus vidas, cuando se reanudaron las actividades de la cámara.
BUSQUEN ASISTENCIA MÉDICA, DICE HARPER
El primer ministro Stephen Harper pidió a los parlamentarios que sufran de estrés que busquen asistencia médica.
"Estamos en nuestros escaños, en nuestra cámara, en el corazón de nuestra democracia, trabajando", dijo Harper. "No nos intimidarán. Canadá nunca será intimidada", aseguró.
Harper visitó previamente el monumento a los héroes de guerra, donde murió el soldado, donde depositó una ofrenda. Un hombre fue detenido en las cercanías del sitio donde se encontraba el primer ministro y se informó que había quebrantado el protocolo de seguridad.
Murieron ayer en el ataque al parlamento canadiense.
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