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El rostro humano de Villa

El impacto. Con su novena novela histórica 'No me dejen morir así. Recuerdos Póstumos de Pancho Villa', Pedro Ángel Palou, se consagra como un escritor que revisa la historia con gran acierto.

El impacto. Con su novena novela histórica 'No me dejen morir así. Recuerdos Póstumos de Pancho Villa', Pedro Ángel Palou, se consagra como un escritor que revisa la historia con gran acierto.

YOHAN URIBE JIMÉNEZ

Con cinco novelas dedicadas a México y tres que suceden fuera del país, Pedro Ángel Palou, se define como parte de un grupo de escritores mexicanos para quienes habitar la historia nacional es muy importante y volverla a contar, forma parte de un proyecto literario.

Su más reciente novela "No me dejen morir así: recuerdos póstumos de Pancho Villa", editada por Planeta, está contada en primera persona, y muestra a un mítico Francisco Villa, quien comparte con el lector intimidades desde su infancia. "Yo creo que la historia como pretexto literario no es una moda. He sostenido que desde Riva Palacio, el propio Rulfo, la novela de la revolución, Revueltas, el tronco más central de la literatura mexicana ha sido histórico".

Palou, considera que a los mexicanos les contaron tanto una historia oficial en el Siglo XX, que no es gratuito que ahora sea un género en auge y con cada día más lectores.

"El historiador hace historia social, militar del dato duro, y el novelista histórico tiene que hacer historia, del mueble, la comida, la música, debes hacer que tu personaje se sienta cómodo, para que los lectores consideren que es verídico, por eso tienes que investigar el triple sobre él".

EL GENERAL VILLA

Sabiendo que el reto de escribir sobre un personaje, del que muchos autores han hablado, el escritor mexicano recuerda que además de las biografías monumentales de Katz y Taibo, existen muchas historias locales que muchas veces no se leen en el centro del país, y no puedes entender un personaje como Villa, sólo desde la macrohistoria de los problemas nacionales.

"Siempre los historiadores han hecho un énfasis en el papel de Obregón y Calles en el asesinato y la muerte de Villa, pero desde hace un buen tiempo la historia local en Chihuahua se ha encargado de encontrar a las familias pudientes de hacendados que querían la muerte de Villa, y hoy sabemos incluso, yo lo pongo en la novela, cuánto cobraron los sicarios que estuvieron el día de la muerte".

Un dato que agrega Palou, en la novela, es que la primera vez que se habla de autodefensas en el Siglo XX mexicano, son de hacendados en contra del ejercito villista, para defender a las clases sociales más importantes de Chihuahua.

"A quienes más les convenía conservar el mito del hombre cruel, despiadado, animal, que no pensaba las cosas, era propiamente a Obregón y Calles. Si Villa se queda en ese papel, entonces no es como dicen ni el estratega militar ni tampoco pareciera que tuviera ideología, cuando sabemos que el Villa de Canutillo, llevó a la práctica buena parte de su teoría, educativa, social; lo interesante de él es que va evolucionando, del Villa que se sube a la revolución maderista en 1909, al Villa del 1923".

EL MITO

Ese personaje histórico, presentado como una esponja que se rodea de personajes interesantes, quien evoluciona políticamente, socialmente e intelectualmente, hacen del retrato novelado de Palou, un fenómeno más que histórico, literario.

"A diferencia de Zapata, Villa puede vivir aunque sea un período muy corto, el modelo de Canutillo, que aunque hasta ahora se está estudiando, es interesante por la inseminación ganadera, la tecnificación agrícola, el modelo educativo que eran modelos para el México de 1923. Para él el alcohol y la religión católica eran los dos grandes demonios del país.

 HISTORIA Y FICCIÓN

Un gran reto para el novelista que no puede caer en la truculencia, sobre todo en este caso cuando la primera persona de la historia, está hablando ya decapitado.

"Lo que hice fue juntar lo que ya se ha hecho de investigación, sabemos algunas cosas, y la verdad ignoramos mucho, no sabemos dónde quedó la cabeza, se especula que probablemente es este norteamericano que pongo yo en la novela, y por lo menos él cruza, esa medianoche al Paso, y no lo volvemos a ver. Sabemos los nombres de los soldados, quienes borrachos por unos cuantos pesos, hicieron la fechoría de cortar sin herramientas la cabeza, con un machete. Lo que hice fue dejar lo que se ignora en la especulación y no pretender cerrar nada".

A pesar de que es el propio Villa, quien cuenta la historia, él también especula sobre su cabeza. El capítulo final, es para el autor simbólico, porque ya para 1925 la revolución ha fracasado y ya es absolutamente banal que se decapite al Centauro del Norte. Un capítulo que aunque es histórico, tiene todo el sabor literario.

Sus obras

Pedro Ángel Palou, ha escrito sobre historia:

⇒ Pobre Patria mía. La novela de Porfirio Díaz.

⇒ Charlas de café con... José María Morelos y Pavón.

⇒ Morelos. Morir es nada.

⇒ Cuauhtémoc. La defensa del Quinto Sol.

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