Con amor. Estas son las parejas que dejaron todo para unirse al proyecto de Casa Sonrisa y convertirse en padres sustitutos de los pequeños en problemas.
Un total de 25 niños que por diversas cuestiones fueron separados de sus padres biológicos, se encuentran en Casa Sonrisa. Aquí, los niños son atendidos por matrimonios que lo dejaron todo para cuidarlos como si fueran sus propios hijos y en donde el amor no puede faltar.
Nuevos padres
Son tres inmuebles en donde se atiende a niños y jóvenes desde los dos hasta los 19 años de edad que se encuentran en custodia permanente, al ser enviados por la Procuraduría de las Niñas, los Niños y la Familia (Pronnif) y en ocasiones por el Sistema DIF de Torreón.
Mercedes Pérez y Raúl de León son quienes desde hace nueve años se han hecho cargo de la casa, en donde se atiende a los menores de los ocho a los 19 años de edad.
Pero no están solos, pues con ellos viven sus tres hijos y dos nietos, quienes se han encargado de integrar a siete pequeños asegurados, a quienes llaman hermanos.
De la casa dos se encarga Reina Saldívar y Ricardo Álvarez desde hace poco menos de un año.
En la casa habitan 13 menores, tres de ellos, hijos biológicos de la pareja, que dejó todo para hacerse cargo del lugar al que ahora llaman hogar.
Hasta hace un año, Ricardo se desempeñaba como maestro en la Escuela Bíblica de La Laguna, profesión que dejó para convertirse en el padre sustituto de aquellos pequeños que por diversos problemas fueron separados de sus padres, pero que le ha servido para formarlos de manera espiritual.
De casa tres se hacen cargo Olga Lidia Gaytán y Jesús Falcón desde hace tres años.
Aquí se atiende a diez pequeños, dos de ellos hijos biológicos de la pareja.
De acuerdo con Pedro Rivas Figueroa, fundador de la Casa, éste es el único lugar que atiende a niños que fueron separados de sus padres biológicos bajo el sistema de padres sustitutos, pues como su nombre lo dice, ellos conviven con los menores las 24 horas del día, todo el año.
Y es que el objetivo principal es brindarles todo lo que a los propios hijos se les puede dar, desde comida, un techo, educación, atención de salud y sobre todo amor, el cual en muchos casos, les fue negado.
Piden apoyo
Aunque la asociación fundada hace más de dos décadas trabaja gracias a los donativos de empresarios o ciudadanos que se unen a la causa, no es suficiente pues las casas requieren de más apoyo.
Como en la casa dos, en donde habitan los niños más pequeños.
Aquí se requiere sobre todo pañales desechables, pues actualmente existen pequeñitos de dos años de edad, por lo que también es necesaria la aportación de leche en polvo y toallitas húmedas para su higiene.
En general, las casas hogar requieren: ropa para niños y jóvenes en buenas condiciones, cobijas, colchas, artículos escolares, zapatos, tenis, de preferencia blancos para la escuela, artículos de aseo y despensas.
Dónde acudir
El apoyo se puede recibir en la Casa tres ubicada en privada José Unzueta 1636 oriente en la colonia Centro de Torreón. Interesados también podrán comunicarse al 722-55-39.
