La presidenta brasileña y aspirante a la reelección, Dilma Rousseff, hizo ayer un guiño al gobernador del estado de Pernambuco, Paulo Câmara, correligionario de la candidata derrotada Marina Silva y que en la segunda vuelta del próximo domingo apoya abiertamente al opositor Aécio Neves.
"Respetamos a los gobernadores elegidos. Seré socia de todos los gobernadores elegidos. Aquí en Pernambuco lo eligió (a Câmara) un pueblo sufrido. Puede contar conmigo", dijo Rousseff en un mitin en el municipio de Goiana, ciudad a unos 60 kilómetros de Recife, la capital regional.