Lo ideal es que los cereales no ocupen una parte significativa de nuestro plato, sino que sean un complemento y no diario. (ARCHIVO)
La madre de familia está en la cocina, toma una caja de cereal, el que ella consideró más nutritivo, y lo sirve a sus hijos, alegre de darles como desayuno un alimento que les dará "todo lo que requieren".
¿Te identificas con esta escena? Si respondiste que sí, se confirma lo cotidiano que, en la cultura occidental, resulta el incluir cereales en la dieta, aunque, según la Fundación UNAM, nutricionalmente hablando son bastante deficientes en comparación con las proteínas y las grasas.
Esta afirmación radica, de acuerdo con la fuente, en que "los carbohidratos que los componen no son de una buena calidad. Además el trigo que se utiliza actualmente para elaborar los cereales está tan refinado que contiene mucho gluten, proteína a la cual un gran segmento de la población presenta sensibilidad, lo cual provoca malestares".
Ante esta situación, la Fundación lanza una advertencia a todos los que no conciben su desayuno sin un cereal, ya que indica que "lo ideal es que los cereales no ocupen una parte significativa de nuestro plato, sino que sean un complemento y no diario".
