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Seguirán profecías mayas generando controversia en la sociedad

Los años 2000 y 2012 se vieron envueltos por una serie de polémicas entorno a profecías mayas que auguraban el fin de una era, asunto que muchos interpretaron como el final de la vida. (ARCHIVO)

Los años 2000 y 2012 se vieron envueltos por una serie de polémicas entorno a profecías mayas que auguraban el fin de una era, asunto que muchos interpretaron como el final de la vida. (ARCHIVO)

NOTIMEX

Las profecías mayas, que en realidad son vaticinios, seguirán alimentando mitos y premoniciones apocalípticas entre la sociedad contemporánea, consideró el historiador Pedro Bracamonte Sosa,

El investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) Peninsular recién presentó su libro “Después del 2012, Libro de la memoria y vaticinios mayas”, que escribió junto con el investigador mayista Elmer Ek Ek.

En dicha obra retoma ese visión cíclica del tiempo entre los mayas y que considera que todas las cosas que habitan en el cosmos tienen un principio y un final.

“Pues bien, no se acabó el mundo en 2012 como mucha gente especuló basado en supuestas profecías mayas, cuando los mayas no hacían profecías, hacían vaticinios, pero tampoco es el final de esas especulaciones, esa cultura seguirá alimentado muchos de los mitos de la sociedad moderna, precisamente por su visión cíclica del tiempo”, precisó.

Añadió que esa visión cíclica de todas las cosas sigue vigente en muchas comunidades, en especial entre los autodenominados mayas macehuales, a quienes se les entrevistó y encuestó para realizar parte del contenido del libro, labor en la que se empezó a trabajar desde 2010, mucho antes del “boom” de las presuntas profecías mayas.

En entrevista para Notimex, indicó que esos mayas macehuales ocupan desde hace ya muchas décadas varios municipios rodeados de montes y selvas en pleno corazón en la llamada zona maya de Quintana Roo, ubicada en el área central de esa entidad vecina.

Explicó que los macehuales se consideran descendientes de los indios que se levantaron en armas durante la Guerra de Castas en 1847; creen que sus abuelos lucharon y ganaron la guerra y por eso son hombres libres.

Tienen sus propios usos y costumbres, sus propias autoridades religiosas y comunales, sus propias actividades y reglas de convivencia y uso de las tierras que comparten. “Para ellos Dios es Hahal-Dios (verdadero Dios), creen en Jesucristo, en la Virgen María, algunos santos, en los ángeles”, abundó.

“Pero también tienen una gran fe en sus x´menes (sacerdotes mayas), creen en el poder de la cruz, en los señores del monte, de la selva, de los vientos y por supuesto en el maíz, de hecho no existen párrocos católicos en esas comunidades”, comentó Bracamonte Sosa.

Refirió que a varios indígenas se les entrevistó y se empezó a acumular información sobre como medían el tiempo y se comparó con la forma como lo hacían los mayas antiguos y se comprobaron grandes similitudes y modos que han logrado conservarse a través de la tradición oral generacional.

“Ellos siguen usando los años, los siglos y los milenios como si fueran cíclicos y adecuan el calendario cristiano a sus formas de pensamiento y esas formas de pensamiento las archivan por decirlo de alguna manera en un sistema de medición que denominan corchetes”, destacó.

A través de esos “corchetes” ya sean cortos o largos, los sabios y sacerdotes van analizando los acontecimientos que se dan en determinado corchete para poder predecir principalmente tiempos de secas, de lluvias, pero también para tratar de ubicar cuáles serán los tiempos de prosperidad y cuales por supuesto, traerían los infortunios y calamidades.

Comentó que esta medición tiene un fundamento principalmente ligado a la producción milpera más que buscar predecir el fin del mundo, aunque también creen que, como todo, el mundo actual tendrá un final.

“De hecho, según sus creencias, el mundo ya ha sido destruido dos veces, la primera cuando los hombres eran de piedra y cayó un gran diluvio del que no pudieron escapar, luego los hombres fueron hechos de madera y hubo otra catástrofe que acabó con todo y luego el hombre fue hechos del maíz, prosperó y pobló la tierra hasta nuestros días”, apuntó.

De tal forma, continuó el historiador, ellos creen que el mundo volverá a ser destruido por un cataclismo generalizado, pero como nadie y ni siquiera la ciencia ha podido hacerlo, aclaran que hasta hoy ningún cálculo por bueno que sea, puede predecir con exactitud cuándo será el fin de todo lo que conocemos.

En lo que sí creen y promueven en su tradición oral, es la existencia de un “pico” de tiempo, que es el lapso que hay entre la destrucción de una era y la otra, y que el tiempo que dure ese “pico” depende de las buenas o malas acciones que hagan los hombres con respecto a su relación con la naturaleza y sus dioses.

“Mientras más cosas buenas hagamos los hombres, más durará ese tiempo de gracia, mientras mal hagamos, pues menos durará y más rápido llegará el final del mundo de estos tiempos”, subrayó.

Es más, los macehuales creen que poco antes del fin del mundo habrá señales claras de su arribo, e identifican con cosas como podrían ser una gran bola de fuego en el cielo, la posibilidad de que los animales empiecen a hablar o de que los hombres de conviertan de la nada en mujeres y viceversa.

Empero, también muestran signos de preocupación por el proceso de occidentalización de las nuevas generaciones de macehuales que han dejado de hablar la maya, que se van a trabajar al sector turístico y regresan vestidos como “cholos”, con aretes y lo que es peor para ellos, han dejado de cultivar el maíz.

“Dicen que sus nietos han dejado la libertad que da el maíz para convertirse en esclavos voluntarios del dinero, por lo que se expresan preocupados porque puede ser una señal de que se acerca el final de los tiempos”, sostuvo el investigador.

Otro dato interesante es que ellos creen que antes de que llegue el fin del mundo, habrá otra gran guerra en la que tendrán que defender su libertad, aunque tampoco saben cuándo, ni contra que o quienes tendrán que librar esa gran batalla para seguir siendo libres, tal y como lo hicieron sus abuelos.

“La realidad es que los mayas contemporáneos han logrado mantener un fuerte mecanismo de reproducción y preservación de sus ideas ancestrales que ha hecho que éstas perduren por milenios, por lo que sin duda su cultura y religiosidad seguirán dando mucho de qué hablar y alimentarán más especulaciones y nuevos mitos sobre el fin del mundo”, concluyó.

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Escrito en: profecias mayas mayas

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