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La Columna de Rosell

Rafael Rosell

Este martes da inicio la edición del 2014, el llamado Clásico de Otoño se juega desde 1903. En esta ocasión dos equipos que vienen desde las profundidades del juego de comodín, Gigantes de San Francisco que empezaron su camino venciendo a los Piratas de Pittsburgh blanqueándolos ocho a cero y los Reales de Kansas City que la vienen haciendo más de emoción, en el juego de comodín contra los Atléticos de Oakland se convirtieron en el primer equipo en la historia en regresar de una desventaja de cuatro o más carreras en la octava entrada en un juego de eliminación.

Los Gigantes están en una Serie Mundial por tercera vez en los últimos cinco años, en el 2010 vencieron en cinco juegos a los Rangers y en 2012 barrieron a los Tigres de Detroit para llegar a siete clásicos ganados desde la época en que jugaban en Nueva York. Por su parte, los Reales están de regreso después de 29 años de ausencia, la última vez que Kansas City jugó una Serie Mundial fue en 1985 y venció a los Cardenales de San Luis, y no podría ser de otro modo, regresando de una desventaja de tres juegos a uno. El sexto juego de esa Serie Mundial del 85 resultó de alguna forma especial para nosotros los laguneros, Jorge Orta hijo de nuestro Pedro "Charolito" Orta fue el primer bateador del cierre del noveno, los Reales perdían una a cero y estaban otra vez al borde de la eliminación, Jorge sacó un "machucón" a la primera base, Jack Clark custodio de la almohadilla, Clark se movió a su derecha atrapó la rola para luego cedérsela al lanzador Todd Worrell en la asistencia, Worrell tocó primero el cojín pero el umpire Don Denkinger cantó el safe, de ahí en adelante todo se derrumbó para los pájaros rojos, perdieron ese juego dos a una y el séptimo de la Serie por una paliza de once a cero. Antes, en la Serie de 1980, los Reales cayeron en seis juegos ante los Filis de Filadelfia, estas habían sido las únicas dos ocasiones en que Kansas City había estado en el clásico, desde que su fundador Ewing Kauffman consiguió que formaran parte de la expansión de la Liga Americana en 1969 junto con los Pilotos de Seattle que más tarde se convertirían en los Cerveceros de Milwaukee.

Para los laguneros siempre han preferido ver un clásico entre los Yanquis de Nueva York y los Dodgers de Los Ángeles (bueno en mi caso no, yo soy ferviente seguidor de los Bravos de Atlanta ) Yanquis y Dodgers tienen millones de seguidores en todo el mundo del beisbol y siempre tienen rosters repletos de superestrellas. Aun así creo que vamos a disfrutar de una gran Serie, los Reales con ocho victorias al hilo en esta postemporada simplemente se rehúsan a vivir su supuesta realidad de víctima propicia, jugando un beisbol clásico a base de gran fildeo, velocidad en las bases, manufacturando carreras y un tremendo trabajo de sus relevistas van sorprendiendo a sus rivales, medios de comunicación y público en general. Los Gigantes además de veteranos valiosos como Buster Posey, único sobreviviente de los títulos del 2010 y 2012, han hecho un extraordinario trabajo en sus fuerzas básicas para poder seguir siendo altamente competitivos, el zurdo Madison Bumgarner, el segunda base Joe Panil y el jardinero Travis Ishikawa son tres grandes ejemplos de "la granja" de los Gigantes.

¿Quién es su favorito? En lo que lo piensan va mi pronóstico, Gigantes en siete.

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