Festival. De izquierda a derecha, Yadira Aedo, Carlos Armella, Gilberto Barraza, Waldo Facco y otros durante la conferencia de prensa de la película En la Estancia.
El director mexicano Carlos Armella creó un reto para el público acostumbrado a obras con actores no profesionales y para quienes gustan del género documental con la cinta En la estancia, que mezcla elementos de ambos pero no deja de ser una historia de ficción.
La película retrata la relación de don Jesús, un hombre de 93 años, y su hijo Juan Diego, los dos únicos habitantes de un pueblo abandonado por la migración, en el que sólo quedan ruinas de todo, de la mina que daba sustento a sus pobladores, de su iglesia, de sus casas y hasta de su cementerio.
Al pueblo llega Sebastián, un joven documentalista, que retrata la vida de padre e hijo, rodeados de sus animales, viviendo felizmente en medio de la nostalgia.
"El guión era esta mezcla de documental y ficción donde había una parte que era sólo como un boceto de lo que íbamos a hacer y otra parte que era un guión mucho más establecido pero aún así quedó combinada el documental y la ficción", dijo el sábado Armella en una conferencia de prensa posterior a la presentación de su película en la segunda jornada del Festival Internacional de Cine de Morelia.
El proyecto iniciado hace unos cuatro años fue filmado en el estado de Guanajuato y cuenta con la producción ejecutiva de Alejandro González Iñárritu, quien también apoyó el cortometraje de Armella Tierra y pan. Previo a su presentación en Morelia pasó por el Festival de Cine de Rotterdam.
"Hablamos mucho de la realidad del lugar, por supuesto hay cosas que nos inventamos pero hay otras que son tal cual como eran y era documentado", dijo el también director del multipremiado documental Toro Negro.
"Había un guión y una idea que queríamos seguir, una historia que queríamos contar pero al mismo tiempo permitíamos mucho espacio a la improvisación, tratamos de no cortar la cámara para ver que más nos ofrecía el lugar, el ambiente y los mismos actores que estaban metidos en su personaje".
Destaca especialmente la relación entre don Jesús Vallejo y su "hijo", quien es interpretado por el actor profesional Gilberto Barraza de manera totalmente convincente.
"Era maravilloso trabajar con don Jesús", dijo Barraza. "En la historia de la película hay once hermanos y era difícil para su memoria que él memorizara tantos nombres, entonces él tuvo seis hijos y lo que hicimos fue dejarle (los nombres de) sus hijos verdaderos y agregarle otros cinco".
Desafortunadamente don Jesús, quien fue minero 25 años y sacristán otros 40, murió en 2012, antes del estreno de la cinta.
