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Ébola, ¿cómo evitarlo?

EL VIRUS ESTÁ PONIENDO A PRUEBA AL MUNDO OCCIDENTAL, COMENZANDO CON ESTADOS UNIDOS

Fallos. Los intentos por terminar con la crisis de la enfermedad hasta ahora han sido infructuosos.

Fallos. Los intentos por terminar con la crisis de la enfermedad hasta ahora han sido infructuosos.

AGENCIAS

A mediados de septiembre la doctora Joanne Liu, presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras (MSF), se subió al estrado de la ONU en Ginebra e hizo un reclamo contundente: "La ventana de oportunidad para contener el brote se cierra".

La doctora señalaba en su discurso que desde que empezó el llamado de la institución que preside, sólo algunos países se fueron tímidamente sumando al esfuerzo por contener el brote de más rápida propagación de ébola desde su aparición en 1976.

La enfermedad se ha esparcido rápidamente durante este año en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria. Liu describía escenas en Monrovia, la capital de Liberia, donde sus colaboradores tenían que rechazar a decenas de personas en busca de ayuda porque se habían superado las posibilidades de atención de los dos mil médicos desplegados en la zona.

Después del llamado desesperado para lograr que los ojos del mundo se posarán sobre la epidemia, las piezas del rompecabezas tienen que empezarse a unir lentamente. Cuando se trata de evitar la expansión de un virus, los protocolos sanitarios que se deben seguir durante los diferentes procesos que rodean la aparición de la enfermedad, son claves. Desde los protocolos en las fronteras hasta los que determinan los medios para lograr eficazmente la biodescontaminación de los lugares ocupados por los enfermos.

Mejorar el entrenamiento del personal para apegarse fielmente a las indicaciones y agilizar los diagnósticos son dos de los primeros retos que enfrenta actualmente el ébola. Un papel importante para lograr este último objetivo lo juega actualmente el Proyecto Laboratorio Móvil Europeo (EMLab).

El EMLab es un proyecto financiado por la Comisión Europea en el que participan centros académicos y diversas compañías de investigación científica de Alemania, Italia, Reino Unido, Hungría, Eslovenia y Suiza. Está coordinado por el Instituto Bernhard-Nocht de Medicina Tropical (BNITM).

Diversos equipos de especialistas europeos se desplazaron a Guinea a finales de marzo para apoyar el diagnóstico con análisis rápidos y confirmación de positivos, pero la ayuda se ha extendido ante la rápida propagación del virus y nuevo apoyo financiero.

El concepto de un laboratorio móvil modular y desplegable fue desarrollado por el Instituto de Microbiología Bundeswehr (InstMikroBioBW) en Munich. Se suelen utilizar para misiones de campo internacionales, donde se investigan los brotes de diversas de las llamadas enfermedades tropicales y para las que se requiere montar unidades flexibles en regiones con nulo acceso a pruebas de laboratorio.

Además del diagnóstico rápido, el doctor Raúl Romero, especialista en infectología y académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que la única manera de evitar que se propague el virus es el aislamiento del paciente o de la persona infectada, presente o no síntomas de la enfermedad. Romero agrega que el gran problema es que aunque las personas no estén enfermas pueden ya estar infectadas y de esta forma propagar el virus. "En este sentido el reto más importante es el estudio epidemiológico de los contactos que pudo haber tenido el enfermo".

De hecho Liu recalcaba que el número de casos de Ébola registrados representa sólo una fracción de la cifra real de personas infectadas. "Sabemos que las tasas de transmisión se encuentran en niveles sin precedentes", señalaba. Las cifras oficiales confirmadas por la OMS hasta el 28 de agosto eran de 3,069 casos con un total de 1,552 decesos.

El virus actualmente está poniendo a prueba al mundo occidental. Estados Unidos y España no pasaron la primera prueba, fallaron en protocolos básicos de atención y seguimiento en personas sospechosas y confirmadas de haber estado en contacto con el virus, que fueron mandadas a sus casas con medicación básica para un resfriado común, después de manifestar los primeros síntomas de la enfermedad, fortaleciendo una posible cadena de contagios.

Para el doctor Javier Ambrosio, especialista en inmunología del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, no podemos ser alarmistas, pero tampoco reduccionistas en lo que se refiere al ébola.

Ambrosio señala que a pesar de las condiciones de pobreza de África, hasta cierto punto era más fácil controlar la enfermedad en ese continente porque los núcleos de convivencia de las personas son más cerrados, limitados a ciertas comunidades y a la poca disponibilidad de realizar viajes.

"En occidente la gente recorre grandes distancias y establece más contactos en menos tiempo. Va de compras, vacaciona, sale y entra de su comunidad", señala el especialista y agrega que, sin embargo, se dejó pasar demasiado tiempo y la mirada indiferente a una enfermedad relacionada sólo con la pobreza, ganó terreno.

 DE VACUNAS Y OTROS REMEDIOS

En este escenario, científicos de todo el mundo discuten cómo acelerar el desarrollo clínico de las vacuna cuyas pruebas llevan años para comprobar su efectividad. El doctor Romero Cabello pone el ejemplo de la vacuna contra el dengue, que lleva más de diez años de pruebas y aún no puede salir al mercado. Sin embargo, dadas las condiciones de la epidemia, los organismos reguladores, representantes de las empresas y científicos de todo el mundo se reúnen para ver la forma de acelerar las reglas del juego.

Dos de las vacunas más avanzadas fueron creadas por la Agencia de Salud Pública de Canadá (ASPC) y los laboratorios GlaxoSmithKline's (GSK's) con el Instituto Nacional Estadounidense de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Según reportes de la revista Science a pesar de los riesgos, existen listas de voluntarios (muchos de ellos miembros de la comunidad científica), ansiosos de que empiecen más fases de pruebas, pero aspectos sobre las patentes y líneas de producción aletargan aún los procesos.

Actualmente al grueso de la población diagnosticada con ébola es tratada con medidas generales, basadas principalmente en mantener la hidratación del paciente y fortalecer su respuesta inmunológica. El final de la historia depende de cómo haya avanzado la enfermedad y la capacidad del individuo de enfrentar el virus.

Ambrosio dice que a pesar de que el primer brote surgió hace casi cuatro décadas, sólo se habían elaborado fármacos a nivel experimental, como el ZMapp, administrado a los primeros dos enfermos que llegaron a Estados Unidos.

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