Gómez Palacio

'Me piden descansar, pero a diario comemos'

DON FIDENCIO CANTA EN LOS CAMIONES

Interpreta. Melodías a los pasajeros de los camiones para llevar el sustento a su familia.

Interpreta. Melodías a los pasajeros de los camiones para llevar el sustento a su familia.

ANGÉLICA SANDOVAL

Don Fidencio García sobrevive con 70 pesos al día. El señor es una persona de 77 años que a raíz de que nadie le daba trabajo por su edad, tuvo que ingeniárselas para ganarse la vida cantando en los camiones, cuya ruta es de Gómez Palacio a la ciudad de Torreón.

Ni el cansancio que siente en algunas ocasiones en sus piernas, le ha impedido llevar el sustento a su familia.

"Me subo a los camiones que no me cobran, a esos que no tienen barra, mi esposa me dice que ya descanse, pero le digo que todos los días comemos", relata el hombre.

Para llamar la atención de los pasajeros, Don Fidencio utiliza una nariz roja a la que decidió colocarle algunas estrellas en la punta para darle "más brillo" a su oficio de artista, según comenta.

TIENE REPERTORIO

Imitando a Javier Solís y a Pedro Infante, el hombre se sube al primer camión en punto de las 10:30 de la mañana para deleitar a su público con melodías que tiene en su repertorio como el "Mil Amores, La Verdolaga, Cien años y Payaso".

"En mis tiempos buenos, mi ídolo era Pedro Infante, me fui hasta México a buscarlo, pero nunca lo vi, yo empecé a cantar a los 62 años porque ya no encontré trabajo, me gustaba mucho cantarle a la gente la de Amorcito Corazón, pero la dejé de cantar porque se me cayeron mis dientes y ya no podía silbar, como lo hacía la chorreada", describe Don Fidencio.

El señor vive únicamente con su esposa y cuenta que para él, es una bendición el hecho de que cada que baja de un camión mínimo se lleva 15 pesos al bolsillo.

"Estoy muy agradecido con Dios porque es muy generoso conmigo, yo antes tenía convulsiones, pero afortunadamente ya desaparecieron, dicen que me daban porque mi padre era muy tomador y eso me afectó", argumenta.

Pero no solamente canta para que lo ayuden con una moneda, también lo hace para apoyar a otros.

"Cada que salgo de mi casa le dejo unos pesitos a mi mujer para que le de a las personas que lleguen a pedir limosna", dijo sonriente.

Don Fidencio espera que a través de su talento, la gente lo siga ayudando para tener una vejez feliz.

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Escrito en: Fidencio García

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