En Memphis, Tennesse, Estados Unidos, un grupo de policías aplicaron una maniobra bastante desagradable para poder detener a un supuesto delincuente.
Tras una largo persecución, un malhechor se introdujo en una construcción y no encontró mejor escondite que un baño portátil.
En la zona había otros tres baños por lo que a los agentes se les ocurrió tirar el contenedor para provocar que el maleante se ensuciara con todos los desechos fecales y de esta manera, conseguir su rendición.
Y en efecto lo consiguieron, pues entre dos agentes derriban el sanitario correcto en donde estaba oculto el supuesto malhechor.
Los cuatro uniformados implicados en la detención de Joseph Hamton se encuentran bajo investigación por el método empleado al momento de detener a su objetivo, quien estaba acusado de allanamiento y por evadir la justicia.
Los agentes detienen al malhechor pero antes derriban el contenedor sanitario donde este se encontraba. (YouTube)