Complejos en la cama
Ir a la cama a sostener un encuentro sexual con su pareja puede ser un suplicio si las ideas negativas sobre sí mismo perjudican la relación intima.
Desde la más tierna infancia se reciben mensajes inconscientes que influyen en la autoestima sexual. Es común llegar a la adolescencia considerándose feo, maloliente y desgarbado.
La publicidad invita a cambiar la propia imagen por el estereotipo de belleza actual. Los padres norman en los hijos la idea de ser aceptados o rechazados, comparados o echados de lado; la aprobación aumenta la autoestima y el rechazo crea la imagen de no ser digno de ser amado.
Cada cabeza es un mundo lleno de absurdos, prejuicios y mitos. Quedar desnudo frente a la pareja significa para muchos pasar por un examen y las ideas preconcebidas con que algunos llegan a la cama marcan la diferencia de goce.
Quienes tienen confianza en sí mismos no buscan la aprobación del otro; se la otorgan ellos mismos. Todo hombre y mujer llevan dentro la capacidad de aceptar o rechazar al impulso sexual. Es mentira que con los años la pareja pierda encanto. Lo que se pierde es el entusiasmo de seguir descubriéndose mutuamente.
MAL OLOR
El cuerpo humano cuando suda no huele mal, huele a sudor. Lo que le da un mal olor son las bacterias que comúnmente habitan en el cuerpo y que al reproducirse generan un aroma desagradable que desaparece con el aseo.
El sudor y el olor de los genitales de ninguna manera son fétidos. Los olores característico del pene y la vagina son atractivos para la relación sexual.
Desde pequeños, recibimos mensajes que enfatizan el mal olor corporal y un rechazo al cuerpo. Por ello se insiste tanto en bañarse, ponerse perfume y desodorante. Es tal la repetición de este mensaje que se llega a pensar que el cuerpo humano tiene mal olor, cuando esto es mentira.
VERGÜENZA
Se conoce como zonas pudendas a la región donde se ubican los genitales y como pudor a la vergüenza que se experimenta al exponer estas partes del cuerpo ante la vista de otra persona, aunque sea la de la pareja.
El concepto de vergüenza corporal es enseñado por la madre al repetirle a sus hijos no se muestre desnudo ante los demás, incluyendo amenazas de males que van a caer sobre él o ella por este hecho.
Es por esto que muchas personas no soportan la idea de exponer a la vista de su pareja la visión de su cuerpo desnudo. Se llega a considerar penoso, feo o indecente el permitir a la pareja escudriñar entre los pliegues íntimos. La mejor opción que tienen quienes piensan de esta forma es hacer el amor a oscuras y sin tantos tocamientos.
NO SER BUEN AMANTE
La idea de la incompetencia sexual intimida a muchas personas que no logran relajarse durante el encuentro íntimo. La preconcebida idea de que no van a dar la talla como amantes les hace conducirse con torpeza y timidez.
En las mujeres, la intimidación que se llega a sentir por este complejo de ineficacia sexual puede hacerlas perder la lubricación vaginal y experimentar ardor, dolor o pérdida del apetito sexual, mientras que los hombres pueden perder su erección y apetito sexual.
Una actitud que predispone al complejo de inferioridad como amante puede ser provocado por las palabras chistosas o con doble sentido que la pareja pueda emitir sobre su capacidad amatoria.
ANATOMÍA DEFICIENTE
La falsa creencia de que el pene debe ser de grandes proporciones para que la mujer quede satisfecha es un mito ampliamente difundido. El hombre, cuyo pene mide de doce a catorce centímetros, en promedio, tiende a comparar su tamaño con los penes que observa en las películas porno, que son de mayores proporciones, concluyendo que su tamaño no será suficiente para satisfacer a su pareja.
Cada mujer es libre de elegir si el tamaño del pene le importa, pero lo que acompleja al varón es la conclusión a la que él mismo llega: su pene es insuficiente.
Las mujeres reciben mensajes de que su anatomía; senos, nalgas, cintura, curvas, deben tener tales o cuales características para ser atractivas. Diariamente se confrontan con la idea de que su cuerpo, rostro y apariencia en general, necesitan arreglo o corrección. Si no se alcanza el estándar de belleza que se cree se debe tener, la frustración sexual hará su aparición en cada episodio sexual.
Muchas mujeres llegan al extremo de someterse a cirugías estéticas para modificar la apariencia de sus genitales al considerarlos feos, mal estructurados o repulsivos.
ACEPTAR EL PLACER SEXUAL
Si el complejo sexual impide el goce por sentir el rechazo de la pareja o de sí mismo, entonces la alternativa para iniciar el cambio será aceptar el placer íntimo y el derecho a saberse aceptado y amado por su pareja.
Si bien es cierto que los años, partos, enfermedades, pueden modificar la apariencia personal, también es cierto que cada quien tiene su propia aceptación o rechazo. Muchas veces la autocrítica es más destructiva que la realidad.
Las personas acomplejadas con su imagen o desempeño sexual requieren ser apoyadas para superar esta condición. Si es su caso, consulte a su sexólogo de cabecera. Esta es una condición que tiene un buen pronóstico de ser resuelta con psicoterapia y sexoterapia.
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